Nelly (fragmento)Eduardo Ladislao Holmberg
Nelly (fragmento)

"No conocí á mi padre, y, siendo muy niño, perdí á mi madre. Me educaron con severidad, y, cuando hube terminado mis estudios, viajé por Europa y me detuve con predilección en Alemania, donde practiqué el idioma, que llegué á dominar, lo que me permitió adquirir un conocimiento relativamente profundo de su literatura extraordinaria. Goethe, Schiller, Hoffmann y Heine reinaron en mi espíritu, y la imaginación serena del estudiante inglés penetró en los mundos encantados de la fantasía germánica.
Volví a Inglaterra.
Me llamaba un afecto juvenil que no habían hecho palidecer los estudios ni los viajes. A mi vuelta, Nelly me esperaba con los brazos abiertos, y en sus grandes ojos leí su amor. Acababa de cumplir ella diez y ocho años, y pronto se formó entre nosotros el nudo de un compromiso formal. Yo había saludado ya mis veintitrés, y mi posición era desahogada. Pensé casarme. Pero una circunstancia imprevista me obligó á suspender momentáneamente tales proyectos. Yo tenía un protector desconocido, una persona que no he visto jamás, y cuyos consejos, seguidos por inclinación y sin violencia, me llevaron siempre como de la mano hasta obtener el éxito en todas mis empresas.
Por indicación suya entré en la carrera diplomática, cuyo acceso me fue facilitado con buenas recomendaciones. Quince días después del ingreso, debí partir con un Ministro á Constantinopla en calidad de agregado. Nelly lloró mucho, y entonces tuve oportunidad de conocer que su sensibilidad era extrema. Su índole telepática causaba asombro, y muchos médicos distinguidos se empeñaron en que la familia les permitiera examinarla y someterla á prueba.
Por mi parte, no atribuía grande importancia á esa clase especial de sensibilidad, y me bastaba que supiera comprenderme y expresarme su afecto con una dulzura y una profundidad que más contribuían á idealizar mi pasión que á vincularla con las realidades de la vida. "



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