Epístola de San Valerio al abad Donadeus (fragmento) "Esta bienaventurada monja Egeria, consumida por la llama del deseo de la gracia divina, con el sustento de la majestad del Señor, emprendió un largo periplo por todo el orbe, con todas sus fuerzas y su corazón intrépido. Así, avanzando poco a poco bajo la égida del Señor, llegó a los sacratísimos y anhelados lugares del nacimiento, pasión y resurrección del Señor y hasta los cuerpos de mártires esparcidos por diversas provincias y ciudades para orar ante ellos y alimentar su devoción. " epdlp.com |