Una canción para Lya (fragmento)George R.R. Martin
Una canción para Lya (fragmento)

"Me desperté solo.
El cuarto estaba oscuro. Lya yacía en el otro costado de la cama, en un ovillo, durmiendo todavía. Era tarde, casi el amanecer, pensé. Pero no estaba seguro. Estaba inquieto.
Me levanté y me vestí en silencio. Necesitaba caminar, pensar, elaborar las cosas. ¿A dónde ir?
Había una llave en mi bolsillo. La toqué cuando me puse la túnica encima, y recordé. La oficina de Valcarenghi. Estaría cerrada y desierta a esta hora de la noche. Y la vista me ayudaría a pensar.
Me fui, llegué a los tubos y subí, subí, subí hasta la cumbre de la Torre, el tope del desafío de acero humano a los shkeen. La oficina tenía las luces apagadas, y los muebles dibujaban formas oscuras en las sombras. Sólo había la luz de las estrellas. Shkea está más cerca del centro galáctico que la Antigua Tierra, o que Baldur. Las estrellas eran como un dosel ardiente a lo largo del cielo nocturno. Algunas de ellas están muy próximas, y arden como fuegos rojos y azules en la impresionante oscuridad celeste. En la oficina de Valcarenghi, todas las paredes eran de vidrio. Fui hacia una de ellas, y miré. No pensaba. Sólo sentía. Me sentía frío, perdido y pequeño.
Entonces escuché una voz suave que me saludaba. Apenas la escuché.
Me di vuelta, alejándome de la ventana, pero otras estrellas saltaron hacia mí desde las otras ventanas. Laurie Blackburn estaba sentada en una de las sillas bajas, oculta por la oscuridad. "



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