Sombras sobre el Hudson (fragmento)Isaac Bashevis Singer
Sombras sobre el Hudson (fragmento)

"Suavemente, abrió la ventana y respiró el aire de la madrugada. Recordó a su padre, quien solía levantarse al amanecer mientras su madre y él, todavía niño, seguían acostados. Su padre se lavaba las manos cumpliendo el ritual, se ponía la prenda interior de flecos, el gabán, las gruesas botas. A continuación, volvía a lavarse y enseguida comenzaba a rezar de frente. Después se sentaba a estudiar algún fragmento del Talmud o a examinar un libro de la Cábala. Más tarde reanudaba su trabajo copiando un rollo de la Torá. Cada vez que llegaba al nombre de Dios paraba, se ponía en pie, murmuraba unas palabras y levantaba los ojos al cielo. La vida de ese hombre se centraba en un solo propósito: servir a Dios. Las letras que escribía con tinta china sobre el pergamino eran tan antiguas como el pueblo judío, hundían sus raíces en los tiempos de Abraham, cuando el patriarca rompió los ídolos de su padre y descubrió que existía un solo Dios. Y ¿qué estaba haciendo el hijo de aquel escriba? Dilapidar y echar por tierra todo lo que generaciones enteras de judíos habían construido con absoluta dedicación. Sus propios nietos ya serían gentiles. En cuanto a su alma, estaba rota, mancillada, impregnada de suciedad.
Grein levantó del suelo un periódico y pasó las hojas despacio. En cada página había una fotografía que su padre habría considerado impúdica: mujeres medio desnudas, piernas seductoras, torsos en sujetador, caderas con fajas. Una pierna femenina ocupaba una página entera, rodeada de textos como si se tratara de comentarios en la página de algún Talmud perverso y obsceno. En otro anuncio se mostraban dos piernas femeninas levantadas. ¿Qué habría dicho su padre, en paz descansara, de un periódico así?, pensaba Grein. Habría escupido. Para él, todo eso habría sido una abominación, algo que no debería tocarse siquiera por su impureza. Pero las fotografías eran publicadas por periódicos importantes y prestigiosos, que leían los ciudadanos más eminentes. «Ésta es su cultura, su poesía, su estética. Empiezan su jornada, leyendo esto. Lo que hoy llamamos el mundo es, en realidad, el mundo de los bajos fondos».
Grein se había quedado petrificado. «¿Cómo he llegado a hundirme hasta tal punto en la inmundicia? ¿Y Ester? Su padre también era un estudioso de la Torá. Por tanto desciende de un linaje distinguido. ¿Qué les ha pasado a los judíos? Durante tres mil años se han resistido a la idolatría, y de pronto se han convertido en productores de Hollywood, en propietarios de periódicos, en líderes comunistas. En Rusia, escritorzuelos judíos estuvieron denunciándose mutuamente durante mucho tiempo en nombre de la Revolución, hasta que todos ellos fueron aniquilados. En Nueva York, en París, en Londres, en Moscú, en todas partes, los judíos se han convertido en predicadores del ateísmo, árbitros de la moda, divulgadores del cotilleo. Han actuado como agitadores políticos, fomentando los bajos instintos de las masas. Ahora se dedican a enseñar a los gentiles los placeres de este mundo». "



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