Un hombre irracional (fragmento)Éric Neuhoff
Un hombre irracional (fragmento)

"Usted forma parte de ese grupo de bastardos que ha arruinado mi vida. No es usted solo. En esa turba incluiría a muchos escritores que admiro.
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Siempre había asociado las vacaciones a la montaña, con los episodios románticos, los besos intercambiados subrepticiamente en las telesillas, el eslalon de chicas solteras en anorak rojo sobre la polvorienta nieve de los Pirineos españoles, las noches en el hotel frente a la chimenea bebiendo vodka con naranja, los monitores con su suéter azul marino, la música de Steely Dan, las divorciadas con el cabello recogido...
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Si esto continúa, mi pobre corazón saltará en pedazos mientras me masturbo en el baño. No será, desde luego, algo digno de ver. ¿Por qué le digo todo esto? Normalmente, tener que contar la historia de mi vida es una idea que no me habría seducido en absoluto. La gente a menudo piensa que podría ser el sujeto de una novela. Eso no es del todo correcto. Creo que todos esconden algún tipo de antecedentes penales, que todos han protagonizado gran cantidad de hediondas barbaridades de las que no les gustaría tener que hablar con nadie. En relación a la culpabilidad, la desgracia es la cosa más democrática del mundo. Todos tenemos derecho a ello, en un momento u otro.
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Tener un padre escritor es probablemente lo que más te impacta. Primeramente, escribiría un romance sobre su separación conyugal. Seguidamente, esa novela devendría en fenómeno planetario. Para el mundo entero, mi madre era una zorra barriobajera, una ninfómana insaciable. En cuanto a mí, simplemente figuraba como un niño bautizado con el nombre de Ronald. Habla de un caso imaginario (en realidad es Zelda la que habla, la hija del escritor). Para el resto de la gente, especialmente después de todo este tiempo transcurrido, no es más que un libro. Para mí, en cambio, supuso una conmoción equivalente al descenso de una bomba atómica. Yo reconocí a todos los personajes. Y uno de ellos era el amante de mi mujer. "



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