Memorias de un solitario (fragmento)José Antonio Rial
Memorias de un solitario (fragmento)

"Las cartas de mi madre me hablan de resignación, y las de mi novia de esperanzas. Mi madre ha comprendido, y no me será posible volverla a engañar.
Mi novia cuenta los días y las horas que me faltan para salir de aquí. Para ella es una espera un poco más larga que las otras, cuando iba a Madrid a hacer oposiciones... ¡Qué diferencia!
Llevo seis meses y aún me faltan dos años y medio de Faro aislado. ¿Los cumpliré?...
Se dice pronto esto de "Faro aislado". Para mí lo terrible de esta palabra era la soledad, el aislamiento, la sensación del vacío en torno.
Pero lo agotador no es el aislamiento sino las ocupaciones irremediables. Si yo tuviera aquí la comida a punto, la ropa lavada y la cama hecha, pasaría los días leyendo o escribiendo, o haciendo marquetería, sin acordarme de mi soledad.
Lo que me impide olvidarla son estas ocupaciones que me acucian; esto de saber que nadie sino yo mismo ha de cuidar de mí; que no tengo en esta tierra quien se preocupe por mi vida ni por mis necesidades. Que estoy absolutamente solo frente a estas cosas inmutables que me rodean, y para las que represento tan poco como este "agua viva" encallada en el médano, que acabo de aplastar sin darme cuenta.
En los charcos que forma la alta marea el agua se va cristalizando, densa y quieta, al abrigo del aire. Lentamente se forma un reborde blanco y duro. Y el Sol sorbe todos los días un poco del agua de estas copas.
Las pescadoras raspan la sal con un cuchillo y la van amontonando aquí y allá; y la costa negra y bravía se vestía este verano con esos cándidos copos. Otra industria de las pescadoras es el marisco.
Por las rocas a flor de agua avanzan las mujeres descalzas de pie y pierna, con un leve balanceo, como si se deslizaran patinando sobre los lisos lomos de piedra cubiertos de un verdín escurridizo. Se agachan un instante a un lado, a otro, con un ágil movimiento, y van haciendo saltar las lapas, que yo procuro en vano distinguir en la superficie de la piedra enverdecida por el orín de las hierbas marinas. "



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