El padre infiel (fragmento)Antonio Scurati
El padre infiel (fragmento)

"Debo admitir que para contar esta historia desde el principio, determinado a remontarme a mis inicios en la edad adulta, a los prolegómenos del padre y del esposo en que ahora me he convertido, he tenido que sacar del cajón el álbum de los recuerdos.
De los años de estudio en la universidad conservo tan solo dos fotografías. Ahora las tengo ante mí, en una mesa recogida de mi restaurante desierto. Reposan plácidamente en el horario de cierre, emparejadas y semejantes. De hecho reproducen el mismo lugar, aunque fotografiado en diferentes momentos.
Lo que se ve en la primera imagen, la mayor, la más profesional, es el patio central del antiguo Hospital de los Pobres, llamado Ca’ Granda. Aparece sin vida, ligeramente oscurecido por la niebla, perfecto en su elegancia renacentista. Lo mandó construir Francesco Sforza como agradecimiento a Dios por la conquista del Ducado de Milán y lo diseñó Filarete. Su primera piedra fue colocada solemnemente el 12 de abril de 1456. Lo completaron los siglos siguientes, también gracias a donaciones de los ciudadanos de Milán. Durante la segunda guerra mundial fue destruido por los bombardeos aliados angloamericanos. Pronto fue reconstruido y se convirtió en universidad.
En la mesa número tres, una mesa de la esquina, tengo otra fotografía del mismo patio. Esta segunda imagen, tomada por un aficionado, está levemente desenfocada, movida, sobreexpuesta. Aparece un chico, seguido por sus compañeros, mientras invade el césped central del claustro mayor, estrictamente prohibido por un seto hasta ese momento infranqueable. Los estudiantes acaban de ocupar la universidad. Es 1990. Es la última ocupación de una larga y cansada serie histórica. Ese movimiento de protesta fue bautizado como «La Pantera». En algún lugar del Lazio, una pantera se ha escapado de un circo internándose en el bosque. La pantera somos nosotros.
Aunque reproduzcan el mismo lugar, las dos imágenes aparecen como profundamente ajenas entre sí. La única cosa que realmente tienen en común es la Torre Velasca, el majestuoso rascacielos invertido edificado en 1956, con la base en el cielo y la cima abajo, en una zona del centro de Milán, también devastada por las bombas angloamericanas. En 1990, cuando el estudiante de la fotografía se apodera alegremente de la universidad junto con sus compañeros irrumpiendo en un césped prohibido, la torre invertida extiende su sombra sobre ellos. Un hongo atómico petrificado. La Torre Velasca somos nosotros. "



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