Las hermanas Makioka (fragmento)Junichiro Tanizaki
Las hermanas Makioka (fragmento)

"El beriberi se cernía siempre por la región de Kobe-Osaka; cada año, al pasar del verano al otoño, toda la familia –Sachiko, su marido, sus hermanas y Etsuko, que recientemente había empezado a ir a la escuela– se resentían de él. La inyección de vitamina se había convertido en un hábito de la familia. Ya no iban a ver al médico, pero en cambio tenían al alcance de la mano una provisión de vitaminas concentradas que se administraban mutuamente con completa despreocupación. Una sombra de apatía era atribuida inmediatamente a la falta de vitamina B y, aunque ya habían olvidado quién acuñó la expresión «corto de B», todos la entendían.
[...]
La señora Itani (todo el mundo la llamaba Itani) tenía un salón de belleza cerca del Hotel Oriental, en Kobe, y Sachiko y sus hermanas figuraban entre sus clientas asiduas. Sabiendo que Itani se moría por planear matrimonios, Sachiko le había hablado una vez del problema de Yukiko y le había dejado una fotografía para que se la mostrara a los probables candidatos. Hacía poco, al ir Sachiko para una permanente, Itani aprovechó unos pocos minutos libres para invitarla a salir y tomar una taza de té. En el vestíbulo del Hotel Oriental, Sachiko oyó por primera vez el relato de Itani.
Había sido un error no hablar antes con Sachiko, reconocía
Itani, pero había tenido miedo de que, si desperdiciaban el tiempo de que disponían, llegaran a perder una buena oportunidad. Había oído hablar de aquel posible marido para la señorita Yukiko, y le había mandado la fotografía –solo eso, nada más– hacía aproximadamente un mes y medio. "



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