Las diez mil cosas (fragmento)Maria Dermoût
Las diez mil cosas (fragmento)

"En la ciudad de la bahía exterior vivía una mujer joven que nunca iba al Pequeño Jardín con los demás. Felicia no la había visto ni la vería nunca, pero oía hablar mucho de ella a los otros. Esta mujer era también esposa de un oficial, y tenía una hijita. Su marido estaba de expedición en Nueva Guinea, y eso era siempre cuestión de mucho tiempo. Mientras, ella preparaba su regreso a Holanda con la niña. Había sido un matrimonio desgraciado. El marido no quería concederle el divorcio, pero por fin consintió que se fuera a vivir con su madre y se llevara a la niña. La madre era irlandesa y vivía en una aldea perdida de Irlanda. Tenía muy poco dinero. La joven no tenía prisa por marcharse.
Oso era el que más hablaba de ella: Toinette, que así se llamaba, era todo lo bueno a la vez: un ángel de los cielos, la más exquisita de las mujeres y de una belleza incomparable, con su pelo negro y sus ojos verdes, «Ya sabe usted, es por su ascendencia irlandesa», y la niña Nettie era aún más bonita y más agradable que la madre, aunque esto pareciera imposible. «Lástima que fuese una criatura muy nerviosa —decía el doctor Oso, apenado— pero ¿Qué se podía esperar con la desgracia de tener un padre semejante, el tipejo más miserable de este mundo...» Y seguía hablando interminablemente de la madre y de la hija. «Y cuando por fin descubra ese miserable que hay otro hombre en su vida, le quitará a la niña...». Pero se interrumpió bruscamente, asustado de sus propias palabras.
Un domingo por la noche, antes de acostarse, Felicia y su hijo estaban solos en el comedor, cerca del armarito de las curiosidades. Himpies abrió el cajón de arriba, como solía hacer con frecuencia para repasar las colecciones, y preguntó a su madre si podría llevar al Pequeño Jardín a una señora conocida suya, la esposa de un oficial, para que pasara una breve temporada allí con su hija: la niña había estado enfermita... Y mientras se lo decía, Himpies miraba fijamente a su madre. Felicia no había podido nunca resistir esta mirada. "



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