Salmo (fragmento) "Conos de luz. Empieza el tintineo. Por encima de la mecha. Jerome no es necesario; está en el suelo. Por la ventana de mica del hornillo se ve un pequeño y alegre infierno. Cantaré un salmo por las noches. Iremos tirando como sea. Sí, estoy soltero. El salmo es triste. No sé vivir. Lo más triste de la vida son los botones. Se caen como si se pudrieran. Uno se me saltó del chaleco ayer. Hoy, uno de la chaqueta y otro de los pantalones. No sé vivir con botones, pero lo veo todo y lo entiendo todo. Él no vendrá. No me disparará. Ella le decía a Natashka en el pasillo: «Pronto volverá mi marido, y nos iremos a San Petersburgo». Pero qué va a volver. No volverá, créanme. Hace siete meses que no está, y tres veces, por casualidad, la he visto llorar. Ya saben, las lágrimas no se pueden esconder. Él ha perdido muchísimo al abandonar estas manos blancas y cálidas, pero ese es su problema. Lo que no comprendo es cómo puede olvidarse de Slavka. Con cuánta alegría cantaron las bisagras. No hay conos de luz. En la ventanilla de mica hay una bruma negra. Hace rato que calló la tetera. La luz de la lámpara observa con mil ojos diminutos a través del ralo satén. " epdlp.com |