Cowboy de medianoche (fragmento)James Leo Herlihy
Cowboy de medianoche (fragmento)

"Joe asintió, y sin saber qué podía hacer, decidió ponerse de rodillas y rezar un poco. Pero no consiguió concentrarse en la oración.
Reflexionó en todo lo ocurrido. Apenas podía creerlo, por lo que revivió una y otra vez, y hasta una tercera. Luego, escuchó las palabras que el señor O'Daniel le dirigía a Jesús, y la reali­dad de todo el asunto penetró en su corazón.
Se levantó sin pronunciar palabra y salió del cuarto, decidido a poner término a aquella situación. Ni siquiera miró hacia atrás cuando el señor O'Daniel salió al pasillo llamándole.
No esperó el ascensor, sino que descendió por la escalera, saltando de dos en dos, y salió a la Calle 42, recorrió toda la Sexta Avenida y llegó a la Octava, sabiendo, en tanto lo iba bus­cando, que las probabilidades de hallar a Rizzo eran ínfimas. Hasta cuando intentó recordar el nombre del hotel de Rizzo, comprendió que era inútil. Joe no deseaba recuperar sus veinte dólares; lo que deseaba era una venganza que casi le hacía pare­cer un memo. De pie en Times Square, mirando por Broadway, hacia Duffy Square, reflexionó esta fantasía:
«Una diminuta figura surge por la esquina y penetra en un es­tanco. Joe cruza la calle y lo atrapa allí. Rizzo no está arrepen­tido. En realidad, se burla del joven al que ha engañado. Joe saca una navaja y amenaza la garganta de Rizzo, intentando rea­lizar una operación muy fácil. Pero, ni siquiera en su fantasía podía decidirse a clavar la navaja. Bien, suelta el arma y ahoga a Rizzo con sus propias manos. La multitud se apretuja, llega el policía y...»
Aquí terminó su fantasía. Joe acababa de ver una fotografía suya en la primera página de un periódico. Se detuvo, parpadeó y volvió a mirar. No era una fantasía, el periódico era tan real como sus botas, y allí estaba el quiosco con el vendedor. En la primera página de un diario había la fotografía de un joven con­ducido entre dos policías. "



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