La familia Karnowsky (fragmento)Israel Yehoshua Singer
La familia Karnowsky (fragmento)

"Como un preso que acabara de ser liberado, ansiaba recuperar de golpe todo lo que había perdido durante los años de sumisión, tanto dentro de la casa familiar como en la escuela. Al comienzo se sintió fuertemente atraído por la ropa de buena calidad y elegante. Encargó algunos trajes a la última moda, compró varias corbatas, guantes, una tabaquera de plata para los cigarrillos que ahora podía fumar libremente, e incluso un bastón con empuñadura de plata y su monograma grabado. De ese modo despilfarró, sin echar cuentas, todos los planchados billetes destinados a la matrícula en la universidad. Lea le repuso esa suma en secreto y así pudo matricularse; no obstante, después de pagar, apenas ponía el pie en la universidad y más eran las clases a las que faltaba que a las que asistía. Cuando sus ansias por comprarse ropa se calmaron, Georg se sintió atraído hacia la vida libertina. Como todo estudiante novato se juntó con los más veteranos, y éstos le dieron entrada a sus reuniones en el Club de la Cerveza, donde, bajo un nombre estrafalario en latín, tenían reservada una sala exclusiva. Aunque allí todos los miembros eran judíos, pues a éstos no se les permitía pertenecer a las hermandades de los estudiantes cristianos, en sus juergas se comportaban exactamente igual que los alemanes auténticos. Eso sí, no se enzarzaban en duelos a espada o con otras armas, pero cantaban alegres himnos estudiantiles, muchas veces obscenos, acerca del vino y las mujeres, y bebían cerveza en grandes jarras, pese a que algunos de ellos no la habían probado jamás. También, como en cualquier hermandad, seguían la costumbre de iniciación tradicional cada vez que se incorporaba un nuevo miembro, un «zorro». Y así lo hicieron con Karnowsky. Primero le embadurnaron la cara con harina y lo obligaron a engullir todo un cuenco de guisantes colocado en el suelo sin utilizar las manos. A continuación, tuvo que pronunciar una conferencia sobre la filosofía de Aristóteles y la cerveza con salchichas. Al terminar, se vio obligado a beber la cerveza que llenaba una bandeja de latón. Los estudiantes lo apodaron «Hipopótamo», aludiendo a sus dientes desiguales, y él se enorgulleció de ese nombre. Bebió más de lo aconsejable en esas reuniones y trató de ligar con cuantas camareras y dependientas le fuera posible, como correspondía a un auténtico estudiante de universidad alemana. Pronto conoció todas las tabernas y cafés de la ciudad, así como las pastelerías de los alrededores de Unter den Linden, donde solían citarse las parejas. Por las tardes, al igual que otros jóvenes vividores de la ciudad, se apostaba a la puerta de los grandes comercios, a la hora en que salían las vendedoras en grupo, a fin de cazar alguna pareja para la noche. "


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