Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza (fragmento)Luis Fernández-Guerra
Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza (fragmento)

"Se alborotó la corte, á 16 de Noviembre, con la noticia de haber caído gravemente enfermo en Casa-rubios el Monarca, volviendo de Lisboa.
Hubo, pues, que dejar las fiestas de beatificación para el 15 de mayo de 1620.
Y terminaron las fiestas con un certamen poético, en que para nueve temas dio premios la villa, del cual fue secretario el incomparable fray Lope de Vega Carpio.
Quevedo, Tirso, Alarcón y Rojas no acudieron al palenque.
Ya había leído el Fénix secretario de la fiesta, para hacer boca, en el principio de aquel solemne acto, diez cédulas que advirtió haberle sido entregadas al entrar por la iglesia de San Andrés, hecha un ascua de oro, donde fue la justa poética. De las cuales decía la segunda:
"Un poeta ha compuesto veinte y siete comedias; no halla quien se las represente ni se las oiga. Si hubiere alguna persona que se las quiera trocar á papel blanco, recibirá en ello caridad."
Que esto, y lo del ángel volante, y lo de las bobas, y mucho más, era dar cordelejo al indiano, cuidaron muy bien de cacarearlo por Madrid la manada frenética de gozquecillos partidarios de Lope de Vega.
Don Juan creyó ser todo obra de los consejos de Lope, y resolvió significarle con mesura su fundado resentimiento, en un drama que á la sazón escribía.
El de Los Empeños de un engaño, que así le intituló, puede efectivamente ofrecer situaciones y lances parecidos á los que se contaban de Lope con el Duque de Sessa, y á los que entiendo alude algo de su correspondencia privada.
Enemigo de la sátira personal Ruiz de Alarcón, huyó siempre de cuanto pudiera lastimar la honra de su adversario; generaliza, y no circunscribe; censura, pero trata de mostrarse ejemplo y ofrecerse modelo vivo de lo noble y decoroso; y en los cargos á sus émulos se reviste de la gravedad de juez, severo, pero no despechado. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com