Rodin (fragmento) "A menudo venían de lejos, guiados por un sentido de amable necesidad, como si estuvieran destinados a encontrarse un día ahí, protegidos por estos objetos. Y Rodin se les uniría, admirando con ellos lo que los admiraba. Pues el oscuro y espontáneo método de su trabajo, que conducía al dominio del oficio, hacía posible que él también se detuviera y admirara las obras finalizadas una vez se encontraran ahí, como si él mismo no las hubiera llevado a cabo. Y su manera de admirarse siempre es mejor, más concienzuda, y más extasiada que la de cualquiera de los visitantes. Sus indescriptibles poderes de concentración son siempre una ventaja. Y cuando él rechaza de forma magnánima cualquier sugerencia de inspiración con una sonrisa irónica, y alega que no existe tal inspiración sino sólo trabajo, uno reconoce instantáneamente que la inspiración se ha vuelto constante para este artista, y que él ya no siente que aparezca, porque nunca lo abandona, y uno comprende la base de su ininterrumpida fecundidad. Recibe a todos los que le interesan con una pregunta sencilla: «¿Va bien el trabajo?» Y cuando la pregunta puede contestarse afirmativamente, queda la satisfactoria sensación de no tener nada; sólo de esta forma trabaja feliz. Esta solución fue posible para la sencilla e íntegra naturaleza de Rodin, con sus inmensas fuentes de energía, y su genio la transformó en una necesidad, pues solo de esta forma se podía abarcar el mundo. Su destino fue trabajar como trabaja la naturaleza, no como trabajan los hombres. " epdlp.com |