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Hablamos la misma lengua (fragmento) "La Junta de Gobierno formada en 1810 no fue reconocida por los territorios de occidente (como Coro y Maracaibo) que mantuvieron la fidelidad a las autoridades españolas. La Junta de Caracas inició su actuación defendiendo sobre todo los intereses de los oligarcas. Es decir, adoptó todas las medidas propias del liberalismo primitivo que convenían a los criollos dominantes y enriquecidos. También se preocupó de las conexiones exteriores con el envío de una delegación a Londres con el propósito de negociar el establecimiento de relaciones diplomáticas. La componían personajes con tanto porvenir como Bolívar, Bello y López Méndez. Se convocó un Congreso en 1811, que declaró la República Federal de Venezuela el 5 de julio de 1811. Esta primera República luchó contra el ejército realista que dirigía Monteverde y al final cayó cuando la economía del país se deterioró hasta hacerse insostenible. La primera República acabó vencida por las armas de los realistas, pero también contribuyó a ello un enorme terremoto, ocurrido el 26 de marzo, que acabó con el ánimo de los patriotas, ya mermado por la crisis económica. En la primera República en Venezuela el líder fue Francisco de Miranda. En la segunda lo sería Simón Bolívar. En Cartagena elaboró su primer documento, el «Manifiesto», donde recapitulaba sobre la caída de la primera República. Desde este lugar se desplazó Bolívar hacia Tunja, para encontrarse con la Confederación neogranadina. Se le confiaron tropas que tenían que operar contra los realistas de Santa Marta. Bolívar se pasó desde Nueva Granada a Venezuela en 1813. Esta expedición constituyó la llamada «campaña admirable» en la que obtuvo una serie de victorias que le abrieron las puertas de Caracas, donde entró el 6 de agosto e hizo su proclama de «guerra a muerte». A esta idea responde el Decreto de Trujillo de 15 de junio de 1813, que declaraba: «Españoles y canarios, contad con la muerte aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de la América. Americanos, contad con la vida aun cuando seáis culpables». En Buenos Aires, la noticia de la ocupación francesa de la Península se sumaba a los riesgos y amenazas derivados del ataque de Gran Bretaña y sus pretensiones de ocupar Río de la Plata. En Buenos Aires se enteraron de lo que pasaba en España el 14 de mayo de 1810, cuando llegó la noticia embarcada en algunos buques ingleses. El virrey era Hidalgo de Cisneros, que trató de formar una especie de Junta de virreyes de América para gobernarla. Esta idea fue inmediatamente abortada por los criollos. Especialmente Saavedra y Belgrano presionaron sobre el alcalde Juan José Lezica para que convocara un cabildo abierto. El virrey Hidalgo de Cisneros se encontró sin apoyos y tuvo que aceptar la convocatoria del cabildo abierto para el día 22 por la mañana. Allí habló el obispo Lue en defensa de la autoridad de España. Le contestó Castellí comentando la crisis de autoridad y argumentó que, en este contexto, según la doctrina al uso, que era la escolástica, el poder había revertido al pueblo. Otros como el fiscal Villota o Paso defendieron, de modo contradictorio, que el cabildo no representaba a Buenos Aires, el primero, y el segundo que el virrey no tenía ninguna autoridad porque la Junta Central, establecida en la Península, que lo había nombrado, se había auto disuelto. Los españoles propusieron entonces que se creara una Junta de Gobierno presidida por el virrey con mayoría de vocales españoles para que tomara el timón. Pero todos los patriotas renunciaron entonces a sus vocalías. El virrey tuvo que hacer lo propio y unos días después entregó el cabildo a los miembros de una nueva Junta constituida fundamentalmente por criollos. Desde la constitución de la Junta de Gobierno Buenos Aires siempre tuvo un gobierno propio que, aunque no rompió los vínculos con la metrópoli, impidió que desde entonces una autoridad española volviese a ocupar cargos en la antigua capital virreinal. " epdlp.com |