El nuevo Robinson (fragmento)Joachim Heinrich Campe
El nuevo Robinson (fragmento)

"Ya emprendieron caminatas más largas y frecuentes por toda la isla, en especial cuando notaban que el viento contrario para los salvajes no les permitía venir a ella; y de resultas hicieron varios descubrimientos de que se aprovecharon en utilidad propia.
Concluidos los trabajos del jardín y de la huerta, se determinó el día en que debían traer al padre de Domingo; pero al paso que se acerba este día, iba creciendo el sobresalto de Robinson.
¿Si te tratarán como a enemigo aquellos salvajes? ¿Si serán despreciadas por ellos razones e instancias de Domingo? ¿Si vendrás a ser pasto de su depravada gula? No pudo disimular a su amigo estos temores; mas le protestó una y mil veces Domingo cuán imaginarios eran, manifestándole conocía bastante a sus paisanos para poder asegurarle eran incapaces de maltratar a quien no fuese su enemigo; y Robinson quedó bien persuadido de que Domingo no se atrevería a hablarle tan afirmativamente si le quedase la más remota duda. Así desechó recelos y aprehensiones; y confiando en la buena fe de su amigo, resolvió hacerse a la vela al día siguiente.
A este fin volvieron a echar al agua, y amarraron a una estaca clavada en la tierra, la canoa que antes habían dejado en seco a la misma orilla del mar. Asaron patatas aquella noche, y aprontaron otros víveres a lo menos para ocho días, habiendo acreditado Domingo en esta ocasión no ser tan ignorante en el arte de cocina, pues enseñó a su amo un modo de asar entero un llamita que acababa de matar, y cuya carne le aseguró saldría así más tierna y jugosa, y se asaría en menos tiempo que con asador. La operación que usó Domingo fue la misma que usan los habitantes de la isla de Otahiti cuando con brasa de leña y con piedras hechas ascua dentro de un hoyo asan los perros de que se alimentan. "



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