El último lector (fragmento)Ricardo Piglia
El último lector (fragmento)

"La cita tiene cierta pertinencia porque la novela reconstruye un ambiente literario: escritores, editores y autores de best-sellers, y sobre todo un típico escritor fracasado a la norteamericana —es decir famoso, millonario, cínico—, Roger Wade (un borracho que ya no escribe ni habla de literatura, un escritor popular que no tiene desde luego la legitimidad de Eliot), y a esa altura se insinúa que los sirvientes (y los detectives privados) se interesan más por la buena literatura y saben más de ella que los escritores.
Además, en toda la novela hay múltiples alusiones a la tradición inglesa opuesta a la cultura norteamericana. Terry Lennox, el falso inglés (como Eliot, otro falso inglés, y en cierto sentido como el mismo Chandler, formado en Inglaterra), y Philip Marlowe, con esa «e» tan british en su apellido. De hecho el gimlet, el cóctel que es como una contraseña de la amistad entre Terry y Marlowe y que Marlowe bebe repetidas veces a lo largo del libro como en una ceremonia solitaria y romántica, es definido en esa línea. «Es tan inglés como el pescado cocido», le dice Linda Loring a Marlowe cuando se conocen en la barra de un bar.
Por otro lado, Marlowe es el que envejece, el que entiende y no entiende a las mujeres. Y lo que Chandler busca sin duda transmitir en la novela es la desesperación implícita en el poema de Eliot. The Long Goodbye trata de ser el gran poema de la desesperanza. Hay un vínculo nuevo insinuado ahí. Cierto cansancio, cierta decepción, que el final del texto (con la traición de Terry) va a reforzar.
Desde luego, el contexto de esa escena, como el contexto de todas las escenas que hemos visto, no tiene fin y en un sentido condensa toda la novela (y tiene mucho que ver con el tipo de escritor que era Chandler, tratando de transformar un género menor). Pero no hace falta ir tan lejos. Hay que ver la cita tal como está. En todo caso, no se trata solo de completar la descripción realista e irónica del mundo social: no es el contenido de la novela lo que la escena vendría a comentar (aunque también lo hace). Más bien refuerza un viraje en el universo del detective y en las reglas de género. Lo que nos interesa es que insinúa, alude, muestra, sin decirlo todo.
Por de pronto, se plantea una sarcástica relación entre la poesía y los millonarios. En un sentido, los millonarios y la poesía (o en todo caso, la alta literatura) tienen algo en común: son todo aquello de lo que Marlowe se ha mantenido apartado. "



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