Tratado de la barbarie de los pueblos civilizados (fragmento)Denis Diderot
Tratado de la barbarie de los pueblos civilizados (fragmento)

"De no ser por el discurso de Logan, el jefe de los shawnee, a Dunmore, el gobernador de la provincia, los habríamos olvidado: «Hoy os pregunto, hombres blancos, si cuando os atenazaba el hambre, entrasteis alguna vez en la cabaña de Logan sin que éste os diera de comer; si cuando llegasteis o desnudos o ateridos de frío, Logan no os dio algo con que cubriros. En el transcurso de la última guerra, tan larga y sangrienta, Logan permaneció sobre su manta, imperturbable, deseoso de ejercer de abogado de la paz. Sí, era tal mi apego por los blancos que incluso los miembros de mi nación, cuando pasaban junto a mí, me señalaban con el dedo y decían: “Logan es amigo de los blancos”. Incluso había pensado en ir a vivir con vosotros, pero eso fue antes de la ofensa que me ha hecho uno de vosotros. La última primavera, el coronel Cressop, a sangre fría y sin razón alguna, aniquiló a todos los parientes de Logan, incluso a su mujer y sus hijos. Ni una sola gota de mi sangre fluye ya por las venas de ninguna criatura humana. Esto es lo que ha incitado mi venganza. La he buscado. He matado a muchos de los vuestros. Mi odio se ha apaciguado. Me alegro al ver brillar los rayos de la paz en mi país, pero no creáis que mi alegría es fruto del miedo. Logan jamás teme nada. No se escabullirá para salvar la vida. ¿Quién queda para llorar a Logan una vez que haya muerto? Nadie. "


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