La deuda de Eva (fragmento)Alicia Giménez Bartlett
La deuda de Eva (fragmento)

"En España también hubo políticas con aspecto de hombre que ellas mismas se encargaban de recalcar. Victoria Kent, directora de prisiones con el gobierno republicano, acometió una de las reformas penitenciarias más notables que se hubieran abordado hasta entonces. La dureza de la empresa parecía requerir de la actuación de un hombre más que de una mujer. Quizá llevada por su talante natural o quizá por el imperativo del cargo, el hecho es que a todos pareció normal que Kent se presentara en público gruesa, con el pelo blanco y cortado sin esmero, un traje masculino y sin el más mínimo adorno propio de una mujer.
Algo similar sucedió con otra coetánea de signo político opuesto. No se puede decir que Pilar Primo de Rivera fuera una mujer bonita. Enjuta, de rostro áspero e inquietante, la fundadora de la Sección Femenina de Falange tuvo especial interés en no presentarse como una mujer arreglada frívolamente. La ideología que sustentaba su formación política otorgaba a la mujer unas características de sacrificio a la patria y virtud femenina propias del fascismo. La mayor hazaña de una mujer era parir hijos para hacer más grande y poderoso su país. El look que ella adoptó pasaba por un aspecto castrense con toques bastante lúgubres. Pilar Primo de Rivera hizo de su soltería y su arreglo personal un remedo de la entrega total a una causa, pero no simbolizó con su aspecto a la mujer media española con la que soñaba la Falange, sino que se inclinó por parecer una especie de soldado espartano al frente de sus huestes, algo parecido a santa Juana de Arco con tintes negros. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com