El virreinato de Méjico (fragmento)Enrique de Aguilera y Gamboa
El virreinato de Méjico (fragmento)

"Y para demostrar lo extraordinario y único de nuestra española empresa, parece que Dios consintió llegase en aquel momento á su mayor grandeza y poderío el Imperio Mexicano, que extendiéndose y dominando reinos y repúblicas, hasta entonces independientes, se contempló el más grande y poderoso que allí jamás había existido: y como si concitándose en nuestra oposición y enemiga todas las energías de la naturaleza para endurecer con la prueba y el sufrimiento á sus indígenas, los mares se revolvieron; rodó con furia inusitada el huracán; las nubes se desgajaron; las nieves nivelaron los terrenos; crujió en sus entrañas la tierra; los volcanes incendiaron la atmósfera, las ciudades y los bosques; las epidemias azotaron los cuerpos; la miseria los endurecía y hasta el sol cubrió sus esplendores escondiéndose tras las argentinas espaldas de la luna.
Así fueron la espantosa erupción del gigante Popocatepetl; así los diluvios que inundaron la ciudad de Méjico en 1449; así las pertinaces nevadas y la miseria y el hambre antropófaga de 1450; así la general sequía y los desgajadores ciclones y el eclipse de sol de 1454; así los rajantes terremotos del 60 y el 68, y así la espantosa epidemia en el Yucatán.
Siguieron después años de fertilidad, de poderío y de riqueza: y aquellas razas, endurecidas por el sufrimiento y guarecidas en sus fortalezas, en sus adoratorios y en sus montañas; aquellos ejércitos que hasta por muchos millares de soldados pasaban sus revistas, cedieron y pactaron con unos centenares de españoles que, caminando de victoria en victoria por aquella asombrada tierra, la dominaron, escribiendo sus hazañas con la sangre de sus héroes: y así, como luminosas estrellas en un cielo diáfano y resplandeciente de gloria, brillan entre laureles los cadáveres de los capitanes Escalante en Vera Cruz; Juan Domínguez en Chalco; Yuste en Zulepeque; Pedro Barba en Tenochtitlan; Francisco de Guzmán en Las Lagunas; Velázquez de León en la vuelta de Tlascala, y del hercúleo Juan de Argüello en Nueva Almería.
Conquistado Méjico en 13 Agosto de 1521, sale Cortés para las Hibueras en 1524, dejando en su gobierno y representación á Zuazo, Estrada y Albornoz; y entre discordias y tropelías mutuas y de sus parciales, debilitaban sus fuerzas, y las hubiesen comprometido sin la intervención patriótica y salvadora de los frailes que los unieron.
Supo Cortés desde Honduras, en 1526, las demasías de Chirino y de Salazar, y las calumnias que en contra del conquistador habían llevado hasta Carlos V algunos miserables, logrando se enviase como juez de residencia á Ponce de León, que muerto apenas llegado, tuvo por sustituto á Marcos de Aguilar, quien inspirado y movido por Estrada, en contra de Cortés, le desterró á España, apenas vuelto de su gloriosa expedición. "



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