Revolución (fragmento)Juan Francisco Ferré
Revolución (fragmento)

"Villacañas no sonríe esta vez al escuchar el comentario cáustico. No lo entiende. Carece, en apariencia, de la información necesaria. Cuando atravesó la puerta de mi despacho, hace solo unos minutos, ya estaba preparado para el nivel de exigencia psicológica que lo aguardaba al otro lado y quizá se sienta defraudado por todas las amistosas facilidades que le estoy ofreciendo. Villacañas no buscaba problemas inútiles, ni tampoco soluciones milagrosas. Con modestia académica, Villacañas solo venía a consultarme una serie de cuestiones urgentes sobre mi pensamiento que le inquietaban vivamente, según decía, y, en particular, comentar conmigo las primeras impresiones de lectura de una novela rusa que lo tenía muy intrigado estos días, a pesar de que confesaba detestar el género de la ciencia ficción.
Me la recomendó el amigo íntimo de un antiguo amigo de mi pareja actual y encontré una edición americana en pasta dura en la biblioteca de la Universidad y comencé a leerla sin poder detenerme. Son más de mil páginas en una pésima edición barata, de letra apretada y tinta casi invisible, y título poco interesante, Fuga de cerebros. Le diré con franqueza que llevo más de la mitad del libro consumida con una adicción compulsiva. Es la simple historia de una usurpación mental en una utopía colectivista. Un científico descubre una fórmula electromagnética mediante la cual se apodera de los pensamientos y la información de los cerebros de los otros. Eso le permite adelantarse en la creación de inventos y patentes, así como anticiparse en acciones y decisiones a los de sus rivales o colegas inmediatos. El hombre de ciencia está inspirado en parte, como se explica en la contraportada, en la polémica figura del premio Nobel Lev Landau, tan apóstol del ateísmo y el amor libre como detractor feroz del dictador Stalin. Es una trama curiosa centrada en un personaje carismático, pero lo más llamativo del libro son las ideas expuestas, la sensación de que toda la historia contada, con pormenores excesivos en ocasiones, es solo una excusa literaria para desplegar un panorama ideológico asombroso de los últimos dos siglos. Las ideas y los sistemas de pensamiento que han revolucionado el mundo capitalista y otros que simplemente no tuvieron oportunidad de aplicarse sobre la realidad y aún esperan su oportunidad en algún almacén olvidado por la humanidad. En suma, esta perturbadora novela logra mostrar los grandes avances y la victoria objetiva del capitalismo occidental y el gran retraso tecnológico y el monumental fracaso de la Rusia soviética, por lo que no me extraña que estuviera prohibida allí hasta bien entrados los años noventa. Y la novela demuestra otra cosa más, por cierto, nada baladí. El comunismo sirvió para refinar el capitalismo, como se hace con el petróleo, según dice un memorable pasaje de la misma. Hacerlo más puro, reducirlo a sus esencias originarias. Sin la aparición fundamental del comunismo, ese antagonista ideológico, el capitalismo nunca habría llegado al magnífico estado de desarrollo en que se encuentra en la actualidad, como sabe usted mejor que nadie... "



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