Mona (fragmento)Pola Oloixarac
Mona (fragmento)

""Las palabras de Lena entraban y salían de ella como una brisa caliente. Se quedó con una imagen, el homo sapiens sostenido de un hilo entre el espacio y la Tierra, hasta que la forma redonda de la Tierra empezó a girar ante ella con la cara gorda de Lena perdiéndose en el espacio exterior. La admiraba por su desapego frío, ese estilo de iceberg racional al hablar de sí misma. Qué diferente sería el mundo si tuviera que organizarse en torno a ella. Se la imaginó zamarreando a la especie, Medusa en bikini, empujando al homo sapiens que tenía de rehén a un calabozo del que solo podría salir si se entregaba a sus deseos, como la perversa jefa nazi de Pasqualino Settebellezze, el film de Lina Wertmüller que la fascinaba. Lena estaba logrando hacerla sentir un poco mal, en lo que consistía el objetivo íntimo de toda gorda, pero la verdad es que Mona no tenía problema en recibir esa bala. Aceptaba las humillaciones con pleitesía instintiva; cualquier culpabilidad la dejaba bien. Le parecía un intercambio noble, jugar al mártir San Sebastián.
[...]
Las mujeres callaron. Akto hizo contacto visual con la recién llegada y Lena lo mantuvo, muy seria, mientras Akto se secaba la cabeza y hablaba impertérrito, sonriendo a veces, recomendando paseos cercanos a los lagos vecinos. Había humildad en su desnudez, y no podía decirse que tuviera nada de insultante, ni de sexual, como si su hombría simplemente hubiese renunciado a interpelarlas tout court, ya fuera por el amor o por la fuerza. Quizás Akto era el producto depurado de gigantescas diosas nórdicas agachándose sobre los fiordos de la región durante milenios, sentándose a horcajadas sobre la geografía viviente y dejando correr los líquidos de sus chuchas divinales como ácidos sobre el terreno informe para hacerlo todo (los fiordos, las gramíneas y los hombres) a su imagen y semejanza, según su gusto y placer. La arrogancia con la que Akto hacía desfilar el pene por el orbe, junto con su voz monocorde, eran gemelos ajenos a la vergüenza o el silencio; estaba claro que esto podía ofender a Lena, pero, si no transmitía la sensación de amenaza, si no los blandía contra ellas, ¿podía decirse que seguía siendo un hombre, un agente del patriarcado?, ¿y si no lo era, a qué nueva especie pertenecía? ¿Formaba Akto parte del destino de lo trans?, le hubiera gustado preguntar, pero Lena podía explotar en cualquier momento. El feminismo teratológico de Lena no la había preparado para un Akto, no parecía tener teorías sobre qué hacer frente a un hombre que parecía tan desnudo como inofensivo. Mona buscó con la mirada su ropa, algo temerosa de qué podría hacer Lena. Ni escucharon la puerta cerrarse; Mona se deslizó en puntas de pie hacia donde no podían verla y salió del vestuario con el vestido hecho un bollo en la mano. "



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