Su pasatiempo favorito (fragmento)William Gaddis
Su pasatiempo favorito (fragmento)

"Acabo de tener una pelea con un idiota de la compañía de seguros que me ofrece una cantidad ridícula, vamos insultante, y quiero que Harry me encuentre a un abogado realmente bueno que... ¡Porque he cambiado de idea! He decidido buscar otro porque... Porque Basie no está aquí, está en el sur registrando las cartas de la sociedad histórica, es un requisito de la ley de propiedad intelectual, o sea cuando inicias un pleito por usurpación de derechos... No sé... ¡Te digo que no lo sé Christina! Pues claro que no he hablado con él, es ese desgraciado de su secretario quien lo está liando todo, ha convencido a Padre de que soy yo quien ha montado todo el follón, de que yo... Si él le enseñó esa dichosa entrevista y por supuesto yo no dije nada de eso, han puesto lo que les ha dado la gana y cuando Padre vio lo de los setenta y cinco millones que se han sacado de la manga pensó que lo hago para dar publicidad a mi pleito y..., Pero si yo ni siquiera... ¡Claro que no! ¡Christina, porque ha visto la película! Ese cretino de su secretario le llevó a verla y normal, se quedó horrorizado, como los he demandado por haberme robado mi obra cree que he escrito esa monstruosidad, al fin y al cabo no ha leído mi obra ¿no? Nunca ha demostrado el menor interés y ahora piensa que la escribí para explotar la imagen del Abuelo y esa vena de locura de la que están hablando en el sur, como si fuera culpa mía que su situación como magistrado esté en peligro porque es su padre al que están calumniando, no es culpa mía que... ¡Ya sé que es su padre! No puede tener derechos de autor sobre su padre ¿no? ¿Te acuerdas de cuando la escribí Christina, la obra? Yo pensaba que por fin había hecho algo que le gustaría que se sintiera orgulloso de algo que yo había hecho... Me imaginaba llevándole al teatro la noche del estreno y unas críticas estupendas y era algo nuestro, nuestra familia, algo totalmente distinto de esos seres vulgares y adocenados, de esa gente que... nadie se fija en su vida porque no hay nada en lo que fijarse, tener al fin algo en común después de tantos... ¿qué? ¡Ya lo sé Christina, pero no era tan mayor cuando lo escribí! Y ahora cree que le he vendido, que lo he vendido todo, que le he traicionado cuando lo que quería era... ¿qué? Pero... Pues a ver por quién me voy a haber enterado, por ese secretario suyo que... Ah y otra cosa Christina. Acabo de tener noticias de un director de teatro, sí uno de los más famosos en Inglaterra está interesado en mi obra y... espera, espera. Déjelo ahí Use. Ah y un vasito.
Y que le dé la factura ese chico ¿eh? Ah muy bien la che— quera, ¿pero no se le ha ocurrido que tengo que escribir con algo? Oye Christina... ¿qué? ¡Pero qué dices por qué iba a tener que tener un ataque! ¡No es ninguna tontería Christina! Aquí yo solo en esta silla a merced de cualquier... ¡ah Use! y un bolígrafo por favor, no puedo firmar un cheque con lápiz, aquí yo solo sometido a tantas tensiones sin nadie a quien le importe si estoy vivo o si... ¡Porque eso es lo que ocurre! Empiezan a acumularse las tensiones y un buen día se te forma un coágulo en un vaso sanguíneo del cerebro cuando menos te lo esperas y entonces sobreviene la tragedia y... ¡Sí! ¡Eso es lo que he dicho! ¡Que sobreviene la tragedia! Con esos cielos desolados y grises sobre el lago y el viento... Había pensado si no podrías venirte aquí unos días... y no podrías llamarme de vez en cuando para saber si estoy... ¡bien! ¡Sí pero llámame! ¡Ilse! Tome el cheque, llévese a ese chico de aquí y cuando le digo que me traiga un vaso no me refiero a un vaso de agua, cuántas veces tendré que repetirle que no se bebe vino en estos vasos. Tenemos un montón de copas, las de tallo grueso, las altas y delgadas se destrozarían enseguida con lo que carga usted el lavavajillas. Tenemos que organizar las cosas un poco, yo no lo puedo hacer todo. Estas cajas de papeles están estorbando, puede ponerlas en el recibidor, donde estaban, ahora no tengo tiempo de revisarlas. Y los libros, quiero que los coloque donde pueda alcanzarlos, no en la mesa del tapete verde. ¿Y la mesa del tapete verde? ¿No le he dicho que la quitase de allí para no tener que dar toda la vuelta a la habitación cada vez que necesitara un cuaderno o una carpeta?, porque se pasaba el día poniendo orden en la casa para poder hacer algo y no podía hacer nada. La carpeta azul de las cuentas, debería haber dos, una para las cuentas de la casa y otra para archivar las facturas hasta que se abrieran. "



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