Un repentino pensamiento liberador (fragmento), de No soy asíKjell Askildsen
Un repentino pensamiento liberador (fragmento), de No soy así

"Me marché, y mientras me alejaba, no podía dejar de preguntarme cómo calificaría él mi manera de andar, y en ese mismo momento tuve la sensación de que mi cuerpo se entumecía y mis pasos se volvían rígidos y entrecortados. Eso me irritó, he de admitirlo.
Aquella noche, mirando por la ventana —no había gran cosa que mirar— pensé que si él llegaba al día siguiente, yo diría algo. Incluso pensé en lo que diría, cómo iniciaría aquello que posiblemente se convertiría en un diálogo. Esperaría como un cuarto de hora, y luego diría, sin mirarlo: Ya es hora de que hablemos. Nada más que eso. Así él podría responder o no, y si no respondía, me levantaría y diría: En el futuro, preferiría que se sentara usted en otro banco.
Pensé muchas otras cosas también aquella noche, cosas que diría si llegábamos a entablar conversación, pero deseché casi todo por poco interesante o demasiado anodino.
A la mañana siguiente, me sentía alterado e inseguro, incluso se me pasó por la cabeza la idea de quedarme en casa. Rechacé tajantemente la decisión de la noche anterior, si iba al parque no diría nada.
Fui, y él acudió. No lo miré. De repente se me ocurrió que era extraño que siempre llegara menos de cinco minutos después que yo. Era como si me estuviera vigilando. Sí, sí, pensé, claro que sí. Vive al lado del parque de bomberos, me ve desde una ventana.
No me dio tiempo a especular más al respecto, porque de repente el otro empezó a hablar. Lo que dijo me hizo sentirme bastante mal, lo confieso. "



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