La estrella compasiva, de Florilegio "Acabó el día, de fatigas largo. Anochecía, y en el antepecho de mi balcón, la lucha preparaba de otro día, que aún no había nacido. La inmensidad serena de los cielos momentáneo reposo me brindaba: sobre el alero negro del tejado se levantaba Sirio, parpadeante, Ganoso del Zenit. Le miré absorto, envidiando la augusta lejanía del humano dolor en que rutila, sólo un momento fue, Sirio parose en su ruta triunfal: quizás detúvole infinita piedad del dolor mío. Mas, su camino reemprendió pausado hacia los horizontes, compasiva, la dulce estrella. Yo torné a las ansias del día advenidero, y una lágrima refrescó mi mejilla. Era el alivio de la existencia, que duró tan solo el mirar de una estrella. " epdlp.com |