El mapa de los afectos (fragmento)Ana Merino
El mapa de los afectos (fragmento)

"En agosto, su padre, un soldado veterano tocado por la amargura del secuestro y asesinato de su mujer Lilian, y que tuvo que dejar el ejército para ser padre y madre, los lleva a él y a su hermano a la gran feria estatal. Una parte está dedicada a los conciertos multitudinarios al atardecer y al entretenimiento continuo con trepidantes atracciones; la gran noria iluminada por las noches se distingue a kilómetros de distancia. Las casetas de comida desprenden un olor pegajoso. Hay caramelos de sal y nubes de algodón, perritos calientes empanados con harina de maíz y fritos en grandes calderos de aceite vegetal. Las gigantescas carpas blancas con aire acondicionado se llenan de gente sudorosa que se mezcla con el ganado. Los animales de las granjas son los protagonistas, los sectores están divididos por grandes fardos cuadrados de alfalfa seca. Hay exhibiciones de cerdos, de vacas y de caballos de todos los tamaños. Cientos de pollitos rompen el cascarón en un recinto adaptado para el nacimiento de las crías. En letreros rectangulares de pizarra está escrito con tiza blanca el tiempo aproximado que queda para que las ovejas, las cerditas o las cabras den a luz. Hay muestras variadas de semillas y tecnología agrícola de última generación. Tractores, cosechadoras y una gama sorprendente de máquinas para maximizar el cultivo y las cosechas.
La estrella de los niños es una enorme vaca de mantequilla de tamaño natural que acompaña a los certámenes de tartas y a la cata de todo tipo de quesos y mieles. Las calabazas gigantes se adueñan de las miradas de los más pequeños. Los tubérculos adquieren formas inquietantes: hay zanahorias con caras asustadas, con brazos y nariz, y boniatos que triplican su tamaño. Las manzanas dulces y las palomitas de maíz bañadas en mantequilla o caramelo camuflan el olor del heno y los orines de los animales. Una banda musical compuesta por soldados veteranos desfila entre las carpas y se detiene a rendir homenaje a las fotos de los jóvenes soldados originarios del Medio Oeste que han caído ese año. Sus rostros sonrientes, ajenos a su destino, se exhiben en un recinto de mesas informativas sobre el ejército, la policía, los bomberos y la guardia nacional. La vida y la muerte se mezclan en un mismo impulso de orgullo y celebración. Su hermano y su padre siempre se detienen a charlar con los soldados que reparten folletos y anotan los datos de la gente interesada en alistarse.
Adam se pregunta si en esa gran expedición de lanzamiento de cohetes que le está ocupando el día, no sería importante incluir muestras de semillas y animales como las de la feria estatal. Si sus naves son la esperanza del mundo, no puede dejar atrás los animales y las plantas. Además, no es bueno estar siempre comiendo alimentos deshidratados. Son naves de pioneros que harán prosperar las nuevas tierras de los planetas que cultiven. Tal vez le dé tiempo de preparar dos cohetes más y en ellos pueda imaginarse una especie de jardín botánico y un arca de Noé. Incluso deben transportar un mar, crear una nave acuario con todos los seres marinos. Todavía le llevará un buen rato decorar esas nuevas botellas con las siluetas de animales y plantas. No ha comido nada, está abstraído en ese juego de lanzamiento de cohetes esperanzados. Nadie lo llama para que se siente a la mesa a comer. "



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