La muerte y las aves (fragmento), de CaceríaMaría Teresa Andruetto
La muerte y las aves (fragmento), de Cacería

"Matar es una tarea desagradable para quien cría aves. No debemos olvidar que un corral es una comunidad y cada gallinero una célula social con ponedoras, batarazas y gallos para consumo, aunque algunos inspectores se hayan convertido en vegetarianos. Hay individuos que sólo pretenden obtener huevos y crían ponedoras a las que dejan morir de viejas, pero también estamos los que esperamos la ocasión propicia para que algún gallito cacareador sea sacrificado o entregado a un tercero para que lo sacrifique.
Sé que hubo un tiempo en que el gallinero era alegre, sin brumas, y las aves permanecían mudas, horas enteras mirando sin chillar. Eso era antes, pero ni antes ni ahora, lo de vegetarianos fue nuestro caso; nos alimentamos de carne y no de hipocresía, de modo que pase lo que pase matamos nosotros.
Matar es una tarea complicada desde el punto de vista técnico, porque debe buscarse el procedimiento más eficaz, más rápido e indoloro que esté al alcance del verdugo. Personalmente, me inclino a pensar que la decapitación es lo mejor, porque asegura una muerte con la menor cantidad de consecuencias tanto para la víctima como para el victimario y estoy seguro de que, de todas las modalidades posibles, los venenos y las inyecciones son los más cómodos e indoloros, pero denotan cobardía de parte de los ejecutores.
Leña del árbol caído. Antes, ahora y antes, eso es lo que llegó y nadie supo o no se pudo hacer más. Habría dejado satisfechos a unos cuantos que se hubiera destruido lo que estaba en pie, pero nada se derrumbó, porque, en medio de todo, supimos mantener las cosas como se debía. Fuimos nosotros quienes lo hicimos, y entre nosotros los pioneros, aquellos que nos enseñaron los principios de la avicultura, pero no fue mía la idea, yo sólo fui uno de tantos, un eslabón en la infinita cadena de cazadores de aves. Hubo un tiempo en el que explorábamos métodos y nos ajustábamos a eso, pero siempre preservamos un espacio para la improvisación. Hoy no nos arrepentimos de nada, hemos actuado de manera de hacer lo necesario y lo posible, decapitaciones, o a lo sumo golpes secos, quiebre de columna, inyecciones o lanzamientos, no otra cosa. "



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