Entre el saber y el conocer (fragmento)Claudio Guillén
Entre el saber y el conocer (fragmento)

"Se me dirá que ese espacio inteligente es el departamento. Nada más alejado de la verdad. El departamento suele ser una entidad acéfala, oportunista y carente de dirección racional. Las más de las veces el reparto de la carga docente es el resultado de unas reuniones en que el diseño del departamento y de su enseñanza va surgiendo de la casualidad impulsada por los intereses de unos pocos, es decir, de los de mayor rango o antigüedad. En consecuencia, no son muchos los que pueden desarrollar de la forma adecuada su dominio de las materias y de sus investigaciones. Una verdadera racionalización de la organización interna de los departamentos es urgentemente necesaria para bien tanto del profesor como del alumno y de la calidad de la universidad.
Las torpezas y cortapisas y mediocridades de semejante sistema de gestión son de carácter relativamente interno; y tengo por evidente que una forma de observación y crítica desde fuera es indispensable. Quiero decir que urge la implantación aquí de unas visitas, o revisiones o evaluaciones de origen europeo. Las revisiones por parte de colegas venidos de otras universidades, lo mismo españolas que europeas —nunca sólo españolas—, tendrían en mi opinión resultados tan saludables como sorprendentes. No hablo de la Península en general, porque estas evaluaciones ya existen en Portugal. Tenemos en este terreno mucho que aprender de nuestros compañeros portugueses.5
Estos pasos que propongo, amigos, son sin duda discutibles, como también los propósitos y los objetivos. No hay consenso claro acerca de los unos y los otros en nuestro ámbito, ni siquiera en lo que toca al estudio literario. Sólo estamos de acuerdo en que la universidad no nos gusta; y que la situación es muy grave en lo que toca al futuro del conjunto del país. Por de pronto hemos de convenir en que es imprescindible y urgente, a todos los niveles, por parte de todos, desde los más poderosos, desde el presidente del gobierno y la ministra o el ministro y los secretarios de Estado, hasta los profesores y los alumnos mismos, una auténtica voluntad de cambio. "



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