El intelectual y el compromiso político (fragmento)Zeev Sternhell
El intelectual y el compromiso político (fragmento)

"Mi labor como historiador es entender lo que ha ocurrido, lo que ocurre y preveer lo que puede ocurrir. En tanto que ciudadano, del 56 al 82 y pasando por el 67 y el 73, he luchado en todas las guerras de Israel de mi generación, cumpliendo con mi deber. Es cierto que puedo definirme como alguien que pertenece a esa especie de intelectual comprometido que piensa que la función crítica está al servicio de la sociedad, poniéndole un espejo delante de su propia cara. El intelectual tiene el deber de llenar esa función que consiste en obligar a la sociedad a verse a sí misma. Es ésa la verdadera función del intelectual, él es el defensor de los valores universales frente al particularismo que es propio de cualquier sociedad, y más aún de una que se halla en guerra. Frente al nacionalismo, que es una forma de particularismo, el intelectual ha de ser el defensor de los valores universales. Es por ello por lo que pido que con los palestinos sean respetados los derechos del hombre, la dignidad del hombre y del ciudadano.
Hay un hilo conductor en todo lo que he hecho, no sólo en mi trabajo como historiador europeo sino también israelí: la idea de que todos los hombres somos iguales. En cuanto a Israel, la cuestión es por qué existen tantas dificultades para superar un nacionalismo tribal y por qué no ha podido establecerse una sociedad más justa que la europea. Hay en la sociedad israelí injusticias similares a las que existen en Europa, y hasta finales de los años 80 no hemos contado con un estado de bienestar similar al europeo. ¿Cómo ocurre esto si durante 44 años, desde principios de los 30 hasta el 77, treinta de los cuales tras la independencia, hemos tenido un partido socialista en el poder? Es esa cuestión la que he querido analizar en mi estudio sobre Israel y la conclusión a la que he llegado es que aquí no ha habido socialismo sino socialismo nacional; lo central ha sido el nacionalismo, también para la izquierda sionista que se proclamaba socialista. La justicia social y la igualdad no han sido un verdadero objetivo y lo que se ha producido como resultado ha sido la victoria de los valores particularistas sobre los universales. "



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