Vademécum "El muerto es el único en quien se puede confiar. Está en nosotros acurrucado en sí mismo como una bola suavecita un embrión o un pequeño animal al que se mete en una caja con hoyos y se la esconde en el bolso solo que mucho más cómodo. Él no ocupa casi espacio no gasta en transporte ni significa sobrepeso de equipaje en los vuelos transcontinentales. Él siempre está ahí. Responde todas las preguntas y no hace ninguna. Nos ve cuando lo vemos y da vuelta la cara si miramos para otro lado no exige nada no decepciona apenas se queja cuando un día lo olvidamos o una semana. Y cuando nos sentimos solos y lo pensamos brilla cálidamente de vuelta como una estufa eléctrica. El muerto no miente ni será engañado tampoco formará parte de los acuerdos. Él no vende ni es mercancía en las liquidaciones del miedo. Si eres la mano el brazo el corazón de otro ser vivo: muere pronto. Al muerto le es permitida la totalidad. Apúrate en ser un muerto al muerto se le mantienen las promesas. " epdlp.com |