Acerca de la ciudad (fragmento) "Imaginemos una película de Hollywood sobre la Biblia. Una ciudad en algún lugar de Tierra Santa. Escena en un mercado: de izquierda a derecha, extras vestidos con harapos de colores vivos y túnicas de seda entran en el cuadro chillando, gesticulando, poniendo los ojos en blanco, iniciando peleas, riendo, mesándose las barbas, con los postizos goteando pegamento, apiñándose hacia el centro de la imagen, agitando bastones y puños, volcando los puestos, pisoteando los animales... La gente grita. ¿Vendiendo mercancías? ¿Anunciando futuros? ¿Invocando a los dioses? Se roban los bolsos, los criminales son perseguidos (¿o ayudados?) por la multitud. Los sacerdotes piden calma. Los niños corren como locos entre el sotobosque de piernas y túnicas. Los animales braman. Las estatuas caen. Las mujeres chillan: ¿amenazadas?, ¿extasiadas? La masa arremolinada se torna oceánica. Las olas rompen. Ahora quitemos el sonido —el silencio, un gran alivio— y pongamos la película hacia atrás. Los hombres y mujeres, ahora mudos pero todavía visiblemente agitados, retroceden a trompicones: el observador ya no registra tan solo seres humanos, sino que empieza a apreciar el espacio entre ellos. El centro se vacía; las últimas sombras evacuan el rectángulo del cuadro de la imagen, probablemente quejándose, pero afortunadamente no los oímos. Ahora el silencio se refuerza con la vaciedad: la imagen muestra tenderetes vacíos, algunos desechos pisoteados. El alivio... se ha terminado. Esa es la historia de la ciudad. La ciudad ya no está. Ahora podemos salir del cine... " epdlp.com |