Anábasis (fragmento)Saint-John Perse
Anábasis (fragmento)

"¡En el tumulto fresco de la otra orilla, los herreros son amos de sus fuegos! Los chasquidos del foete descargan en las calles nuevas carretadas de infortunios latentes. ¡Oh mulas, nuestras tinieblas bajo el sable de cobre! Cuatro cabezas reacias al nudo del puño forman un vivo corimbo sobre el azur. Los fundadores de asilos se detienen bajo un árbol y les acuden las ideas para la elección de los terrenos. Me enseñan el sentido y la destinación de los edificios: fachada de honor, fachada muda; las galerías de laterita, los vestíbulos de piedra negra y las piscinas de sombra clara para las bibliotecas; construcciones fresquísimas para los productos farmacéuticos. Y luego se acercan los banqueros que silban en sus llaves. Y ya por las calles un hombre cantaba solo, de aquellos que tiznan sobre su frente la cifra de su Dios. (¡Crepitar de insectos para siempre en el barrio de las basuras…!). Y no es éste el lugar para contaros nuestras alianzas con las gentes de la otra orilla; el agua ofrecida en odres, las prestaciones de caballerías para los trabajos portuarios y los príncipes pagados en moneda de peces. (Una niña triste como la muerte de los simios —hermana mayor de una gran belleza— nos ofrecía una codorniz en una zapatilla de satén rosa).
… ¡Soledad!, ¡el huevo azul que pone un gran pájaro marino, y las bayas en la mañana todas grávidas de limones de oro! ¡Fue ayer! ¡El pájaro ha volado!
Mañana las fiestas, los clamores, las avenidas bordeadas de plantas leguminosas y los servicios de limpieza acarreando a la aurora grandes trozos de palmas muertas, restos de alas gigantes… Mañana las fiestas,
las elecciones de magistrados del puerto, las vocalizaciones en los suburbios y, bajo las tibias incubaciones de tormenta,
la ciudad amarilla, encasquetada de sombra, con los pantalones de sus muchachas en las ventanas.
… A la tercera lunación, los que velaban en las crestas de las colinas arriaron sus tiendas. Se hizo arder un cuerpo de mujer en las arenas. Y un hombre avanzó hasta la entrada del Desierto, profesión de su padre: vendedor de frascos. "



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