Los tratados silogísticos (fragmento) Boecio
Los tratados silogísticos (fragmento)

"Por consiguiente, estos son los cuatro modos que Aristóteles en sus Analíticos puso bajo la primera figura. Sin embargo, Teofrasto y Eudemo sumaron los restantes cinco modos, los cuales Porfirio, hombre de altísima autoridad, revisó y convino en que así son. Ciertamente, puesto que la afirmativa particular se convierte en sí misma, quienquiera que haya mostrado en la conclusión que el término a se predica particularmente del término c, igualmente ha mostrado, en la misma conclusión, que el término c es predicado particularmente del término a. Pues si la proposición particular es convertible en la conclusión, si el término a estuviese en algún término c, el término c será predicado de
algún término a. Asimismo, todo el que haya admitido en la conclusión una negativa universal, es necesario que igualmente pruebe también la conversión en la misma conclusión. Pues la negación universal siempre es convertible. Pues si alguien probó que el término a no se predica de ningún término c, no hay duda de que en esta conclusión también es
probado que el término c no es predicado de ningún término a; puesto que, como se dijo, la negativa universal siempre se convierte a sí misma.
Y así la afirmativa universal consta de una doble conclusión, pues quienquiera que haya mostrado que el término a se predica de todo término c, igualmente habrá mostrado que el término c se predica particularmente de algún término a. Así, si alguien hubiese probado que ‘animal’ es predicado de todo ‘hombre’, afirmando que “Todo hombre es animal”, necesariamente lo ha mostrado, a la vez, de manera particular, ya que “Algún animal es hombre”. Entonces,  la negación universal, la afirmación universal y la afirmación particular siempre concluyen de manera doble. Pero algunas se convierten a sí mismas, la que es particular particularmente, la que es universal universalmente. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com