Nace un tejedor de sueños (fragmento)Ngugi wa Thiong'o
Nace un tejedor de sueños (fragmento)

"Mi frustrante paso por la EAAFRO me llevó a buscar en el periodismo una fuente de ingresos adicional que, de paso, me permitiera dar salida a ciertas ideas que trascendían el ámbito de los trabajos universitarios y no podía traducir fácilmente al lenguaje de la ficción. Tenía un punto de vista, la habilidad lingüística para expresarlo y la energía necesaria para sostener el esfuerzo.
Publiqué unos pocos artículos más en el Sunday Post, sobre todo de temas culturales, mientras seguía trabajando en «El mesías negro» para presentarme al premio literario. Aunque no cambiaban el contenido de mis artículos, los editores les añadían a veces titulares que no reflejaban el espíritu ni la letra de los mismos. No tardé en descubrir que los autores de artículos y reportajes en la prensa escrita no tenían control alguno sobre los titulares ni los subtítulos. La forma de presentar una pieza periodística podía llegar incluso a contradecir el contenido de la misma y la intención de quien la firmaba.
El hecho de publicar en prensa me dio ánimos para presentarme a un puesto de trabajo en la redacción de un diario. Aprovechando un período de vacaciones durante el segundo semestre de mi segundo año en la facultad, me presenté en la redacción del Sunday Post y pedí ver al director. Por entonces, era una redacción compuesta exclusivamente por blancos, y no sé qué clase de impresión daría, pero la recepcionista tomó nota de mi nombre y, al cabo de un rato, me guiaron hasta el despacho del director.
Se presentó como Jack Ensoll y me ofreció un asiento al otro lado de un inmenso escritorio de caoba. Apenas me fijé en nada más, tal era mi nerviosismo, pero su cordial acogida me permitió albergar esperanzas.
Ensoll sabía cómo me llamaba, tal vez por la nota que la recepcionista había garabateado antes, o quizá por mis colaboraciones en el diario, ya que seguramente era el primer africano que firmaba un artículo en toda su historia. Me hizo una serie de preguntas sobre mis estudios y mi vida en general. Yo daba por sentado que el hecho de estar en segundo de carrera no me favorecía, por lo que le aseguré que sólo buscaba un trabajo para las vacaciones. Él quiso saber qué pensaba hacer cuando saliera de la facultad, y le dije que mi objetivo a largo plazo era ser periodista.
Mientras charlábamos llamó a alguien, y al poco vi desplegado sobre el escritorio un ejemplar del diario con uno de mis artículos. Era evidente que llegaríamos a algún tipo de acuerdo. "



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