La novela de los cuatro cuartos (fragmento)Bertolt Brecht
La novela de los cuatro cuartos (fragmento)

"Al irse, O’Hara aún estaba indignado por el discurso final; siempre le había indignado la tendencia de Mac a la afectación. ¿Por qué tenían que comportarse como si creyesen en sus propias palabras por culpa de aquel Bloomsbury? Pero Mac no se quitaba esa máscara ni cuando conversaban los dos a solas. Odiaba los comentarios cínicos y hablaba sobre las cosas más dudosas en un tono de máxima probidad comercial. Al oírlo, O’Hara se sentía regularmente herido en su pudor.
Sin embargo, hizo puntualmente cuanto habían convenido y les plantó cara a los agentes compradores, que deberían seguir de vacaciones unas semanas más, esta vez por su propia cuenta. El suministro de mercaderías se paralizó totalmente. Y el efecto de la carta de la SCC, que Macheath entregó en silencio al Commercial Bank, fue extraordinariamente intenso.
Los tenderos de los almacenes B cayeron presa de la mayor confusión en cosa de pocos días. Todos tenían compromisos personales con los dueños de los locales, además de innumerables letras pendientes debidas en parte a los artículos, y en parte también a la instalación. En un plazo muy breve habían inaugurado media docena de nuevos almacenes B, que estaban empezando a medrar. Ahora tenían motivos fundados para creer que habían sido traicionados en favor de las grandes cadenas de almacenes. Su desesperación fue total.
A partir de entonces, los empleados del señor Peachum empezaron a pescar tenderos de los almacenes B o parientes suyos que intentaban mendigar por las calles.
Como los agentes del señor Macheath los habían echado a la calle, su independencia era aún mayor. Su autonomía había alcanzado proporciones casi insostenibles, y ya ni siquiera estaban atados a una vivienda fija. Gracias a su propia habilidad se habían adelgazado hasta llegar a las cien libras de peso corporal.
Peachum no podía utilizarlos porque aún necesitaban al menos dos meses para perder todo su orgullo.
Aaron y los Opper se hallaban ante un enigma. Inicialmente emplearon un tono muy violento contra Bloomsbury, pero fueron suavizándolo muchísimo a medida que se acercaba la semana publicitaria. Los establecimientos Aaron se habían acostumbrado a los artículos baratos de la SCC como a la cocaína. Les resultaban indispensables.
Macheath no estaba en el Commercial cuando hizo su aparición Bloomsbury. Ante Aaron, Mac insistió en que había roto definitivamente con el joven lord y llevaba ya varias semanas sin poner los pies en los locales de la SCC.
Aaron y los dos Opper (éstos ya no parecían estar en tan buenos términos con Aaron como lo habían estado tiempo atrás) trataron de congraciarse con el lord, quien, con un grueso habano en su boca pequeñita, pensaba todo el tiempo en Jenny y prometió hacer todo lo posible por allanar las «diferencias». Decidieron no suprimir de momento la gran semana publicitaria. Bloomsbury dejó entrever que la SCC volvería a estar pronto en condiciones de reanudar los suministros. Todos los señores se despidieron con cordiales apretones de manos. Estaban convencidos de haberse aproximado entre sí a nivel humano. También se habló de elevar los precios.
Por lo demás, Jacques Opper invitó a Macheath a pasar el fin de semana con él en Warborn Castle. "



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