El mágico prodigioso (fragmento)Pedro Calderón de la Barca
El mágico prodigioso (fragmento)

"CIPRIANO. Ya solos estamos.
DEMONIO. Por gozar a esta mujer
aquí dijeron tus labios
que darás el alma.
CIPRIANO. Sí.
DEMONIO. Pues yo te aceto el contrato.
CIPRIANO. ¿Qué dices?
DEMONIO. Que yo te aceto.
CIPRIANO. ¿Cómo?
DEMONIO. Como puedo tanto,
que te enseñaré una ciencia
con que podrás a tu mando
traer la mujer que adoras;
que yo, aunque tan docto y sabio,
traerla para otro no puedo.
Las escrituras hagamos
ante nosotros dos mismos.
CIPRIANO. ¿Quieres con nuevos agravios
dilatar las penas mías?
Lo que ofrecí está en mi mano,
pero lo que tú me ofreces
no está en la tuya, pues hallo
que sobre el libre albedrío
ni hay conjuros ni hay encantos.
DEMONIO. Hazme la cédula tú
con tal condición.
CLARÍN. (Ap. al paño.) ¡Mal año!
Según lo que ahora he visto,
no es muy bobo aqueste diablo.
¡Yo darle célula! Aunque
se me estuvieran mis cuartos
sin alquilar veinte siglos,
no la hiciera.
CIPRIANO. Los engaños
son para alegres amigos,
no para desconfiados. "



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