Salamandras (fragmento)Liliana Bodoc
Salamandras (fragmento)

"Hola, Andrés, ¿cómo estás? Te escribo después de mucho pensarlo para decirte que, por mí, está todo bien. Ya no estoy enojada. Hablé con mi
psicóloga y me dijo que tengo que aceptar las frustraciones. Me parece genial. “Si él decidió terminar la relación…” Reconozco que me molestó un poco que, cobrando tanto, no se acordara de tu nombre. Así que le aclaré: “Andrés”.
Ella sonrió dos milímetros para cada lado y corrigió: “Si Andrés decidió tomar otro camino…”. Estuve de acuerdo. Claro, eso si le llamamos “camino” a Camila. Bueno, por lo menos empiezan con la misma sílaba, ca de camino, ca de Camila, ca ca. Ajajajá. ¡Fue con onda!
Estoy aprendiendo a no transferir mis problemas. Tengo que confesarte que este mail es un ejercicio de terapia. “Quizás Andrés sea una excusa 40/80 para no enfrentarte con tus propios temores.” Mi psicóloga tiene razón.
¡Estudió para tener razón! Claro que hay un pequeño problema… Hubiera estado bueno que me dijeras que tenías ganas de tomar otro camino, otra Camila. Decirme de verdad, como un bolú grandote que sos. Pero no estoy enojada, ¡ni ahí! La verdad… no te hubiera costado nada. Tres o cuatro palabras alcanzaban. "



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