Adiós, Robinson (fragmento)Julio Cortázar
Adiós, Robinson (fragmento)

"VIERNES: —No me parece tan extraordinario. Cualquiera creería que dejaste Londres hace veinte años. Ésta es una ciudad como cualquier otra, Plátano me explicó todo. Esta noche, si no necesitas de mí, vendrá a buscarme para ir de juerga. Dicen que las mujeres tienen una predilección por los pulgares largos, ya veremos.
ROBINSON: —Viernes, la educación que yo te he dado prohíbe que un caballero... En fin, tal vez Plátano querrá llevarnos a los dos, ¿no crees?
VIERNES (Con tristeza): —No, amo, no lo creo. A su manera, Plátano ha sido muy franco conmigo. Tiene consignas y debe cumplirlas.
ROBINSON: —Como Nora... Como el gerente del hotel... Y ahí, mira esa calle angosta con sus mercados abiertos, las muchachas con vestidos de tantos colores, las tiendas iluminadas en pleno día...
VIERNES: —Igual que en Las Vegas, que en Singapur, que en São Paulo, amo. Ninguna diferencia con Nueva York, salvo los mercados y un poco las muchachas.
ROBINSON (Para sí): —¿Y qué voy a hacer yo en el hotel?
PLÁTANO (una frase en un idioma incomprensible, dirigida a Viernes que se ríe y le contesta en la misma lengua).
VIERNES: —El muy desgraciado, no ha perdido palabra, y yo que pensaba que no sabía inglés... Ustedes han hecho bien las cosas, amo, esa lengua la hablan hasta las focas del Ártico.
ROBINSON: —¿Qué te dijo?
VIERNES: —Contestó a tu pregunta sobre el hotel. Encontrarás un programa preparado para ti, con horarios y el resto. Simplemente vendrán a buscarte y te traerán de vuelta. Museos y esas cosas.
ROBINSON (Exasperado): —Qué carajo me importan a mí sus museos, ahora. Lo que yo quiero...
VIERNES: —Ya estamos, amo, baja por este lado. (Dirige una alegre frase a Plátano, que le contesta con una carcajada y otra frase.) (Ruidos apagados de un gran hotel. Un altavoz aterciopelado llama a un huésped. Música de fondo.) 
ROBINSON: —Quédate todavía un poco, Viernes. Mira, pidamos whisky y bebamos juntos. Me imagino que tu habitación es tan buena como la mía, ¿verdad? VIERNES: —No, amo. Es una habitación para criados, muy pequeña y con una ventana que da a un agujero de ventilación.
ROBINSON: —Protestaré, voy a llamar al gerente y...
VIERNES: —No, amo, no vale la pena. Para lo que voy a estar en esa pieza... Además tiene una ventaja que me explicó Plátano, y es que puedo subir por la escalera de servicio, y si por la noche hay alguien que me acompaña, nadie se dará cuenta de nada.
ROBINSON: —¿Y yo, Viernes? Este programa es abrumador, es interminable y aburrido, no me dejan un momento libre salvo las horas de sueño. Si por lo menos entonces... En fin, tú me comprendes, no es que yo necesite especialmente encontrar a...
VIERNES: —Claro que comprendo, amo. Mira, si tú no te ofendes y sobre todo si ellas no se ofenden, yo vendré a buscarte por la noche y te cederé mi lugar, o lo compartiremos.
ROBINSON: —¡Viernes, como te atreves!
VIERNES: —Discúlpame, amo (risita). (Suena el teléfono.)
ROBINSON: —Crusoe, sí./ Sí, sí, reconozco su voz./ ¿Dentro de media hora? Sí, claro, la esperaré abajo./ Ah, otro funcionario./ Comprendo, Nora, pero.../ Sí, supongo./ Otra vez, entonces./ Sí, yo también espero./ Gracias.
VIERNES: —Pareces triste, amo.
ROBINSON: —No me fastidies con tus curiosidades. No estoy para nada triste. (Pausa.) Bueno, sí, más bien decepcionado. Perdóname, no quise ser grosero.
VIERNES: —¿Me dirás quién es Nora, amo?
ROBINSON: —Casi no la conozco, es la persona que me recibió en el aeropuerto. Ahora me avisa que van a venir a buscarme. Por un momento pensé que ella... en fin, es una visita al museo de antropología.
VIERNES: —¿Por qué no le pediste que te acompañara, amo?
ROBINSON: —Porque me hizo saber bien claro que no sería ella quien vendría a buscarme sino el conservador del museo. Tal vez mañana... Sí, tal vez mañana sea ella quien venga. (Pausa. Leit-motiv, apagadamente.)
VIERNES: —Bueno, si no necesitas de mí por el momento...
ROBINSON: —¿Te vas a encontrar con Plátano?
VIERNES (Con una gran risa de felicidad): —¿Cómo adivinaste, amo? (Puerta que se cierra. Silencio y luego leit-motiv apenas audible. Bruscos pasos, click del teléfono.) 
ROBINSON: —El gerente, por favor. (Breve pausa.) Crusoe, sí. He estado leyendo el programa./ Desde luego, excelente./ Pero yo quisiera ver algunas cosas que no figuran en el programa./ Por ejemplo, el rascacielos que han construido en el lugar donde estaba mi cabaña./ De acuerdo, trate de averiguar en seguida./ ¿Me están esperando? Bajo en seguida. "



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