El silencio (fragmento)Don DeLillo
El silencio (fragmento)

"Parece que se han vaciado todas las pantallas del mundo. ¿Qué nos queda por ver, por oír, por sentir? ¿Acaso hay un grupo selecto de personas provistas de una especie de teléfono implantado en el cuerpo? Lo pregunto en serio, dice el joven. ¿No será una salvaguarda contra ese silencio global que ahora marca nuestras horas, minutos y segundos? ¿Y quién es esa gente? ¿Cómo acceden a las llamadas subcutáneas? ¿Hay un código corporal, una especie de segundo ritmo cardiaco que transmite un aviso local?
Ya hace bastante que pasó la medianoche y Martin todavía está hablando, y Diane todavía lo está escuchando, y los amigos siguen ahí, Jim Kripps y Tessa Berens, y Max apoltronado en su sillón.
Energía oscura, ondas fantasmas, hackear y contrahackear.
Software de vigilancia de masas que toma sus propias decisiones, desautorizándose ocasionalmente a sí mismo.
Datos de rastreo por satélite.
Objetivos del espacio que permanecen en el espacio.
Todos en la sala de estar, todos con los abrigos puestos, y con los guantes, cuatro de ellos en apariencia escuchando a Martin, la única persona que está de pie, gesticulando en abundancia cuando habla.
El hecho de que el tiempo parece haber dado un salto adelante. ¿Ha sucedido algo a medianoche que ha intensificado la perturbación? Y el hecho de que a Martin le está empezando a cambiar la voz.
Armas biológicas y los países que las poseen.
Recita una larga lista interrumpida por un ataque de tos. Los demás apartan la vista. Se seca la boca con el dorso de la mano, se examina la mano y sigue hablando.
Ciertos países. Antaño propugnaban con fervor las armas nucleares y ahora hablan el idioma del armamento vivo.
Gérmenes, genes, esporas, polvos.
Diane empieza a entender que Martin está usando un acento. No sólo una voz que habla de forma distinta a la suya, sino una voz que intenta pertenecer a un individuo en concreto. Se trata de la versión que hace Martin de Albert Einstein hablando inglés.
No está segura de que lo que está diciendo sea todo ficción. Hay algo en él, en su tono de voz, en su acento impostado, que transmite la sensación de que tiene acceso a los acontecimientos mundiales, signifique eso lo que signifique, sea como sea que consigue que le lleguen las noticias censuradas. Él mismo lo ha dicho: gente con teléfonos implantados en el cuerpo.
Diane entiende que es una tontería, de principio a fin. También sabe que hay algo en la naturaleza esencial de su ex alumno que posibilita esas especulaciones.
Vuelve a estar farfullando, pero esta vez sólo para sus adentros.
Decide no mencionarles a los demás el acento que Martin está usando. Ahora está hablando en tono más suave, acariciando las palabras con las manos.
Estructura de onda, tensor métrico, cualidades de covarianza.
Puede resultar demasiado complicado traer a Einstein a la sala. Y ella no sabe si son términos sacados del Manuscrito de 1912, la Biblia de Martin, su manual de estrategia, o simples ruidos que flotan en el aire, el lenguaje de la Tercera Guerra Mundial. "



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