La señorita Etcétera (fragmento)Arqueles Vela
La señorita Etcétera (fragmento)

"No tenía la seguridad de que fuese ella, pero su figura descolgada de mis recuerdos se estatizaba en la penumbra de un daguerrotipo.
Caminé tras ella con la paradoja de que era Ella, de que su voz submarina volvería a colorear la esponja de mi corazón que se llenaba continuamente de remembranzas de ellas.
Su andar ligero impulsaba mi astenia. Casi me arrepentía de haberla dejado instintivamente a la orilla del mar o en la habitación oscura de un café.
El contacto inesperado con la multitud hacía balbucientes mis ideas, mientras ella se alejaba con mayor rapidez de mi memoria.
Cuando casi me decidía a confesarla mis presentimientos, se perdió al través del cristal de la vitrina de un almacén.
La contemplaba imaginariamente. Quería retener sus contornos, sus miradas, sus sonrisas.
Adivinaba sus movimientos para desasirse de mí, para librarse de mí...
Se quedaba para siempre entre perfumes, embalsamada de alucinaciones, de esperanzas.
Se quedaba allí, eternizada. Se esfumaba...
No me quedaría de ella sino la sensación de un retrato cubista.
Una pierna a la moda con medias de seda, ruborizada de espejos... La otra en actitud de hinojosa... La insinceridad de sus guantes crema... Su mirar impasible... Su ropa interior melancólica... Su recuerdo con pliegues... Se disociaba en la vitrina de un almacén lujoso, infranqueable. "



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