La peregrina (fragmento)John Bunyan
La peregrina (fragmento)

"En otro tiempo nuestro Señor tenía una morada en este valle; le gustaba mucho estar aquí; se complacía en pasear por esos prados y respirar su agradable brisa. En este sitio, uno se halla libre del ruido y bullicio de la vida. La confusión y el estrépito son anejos á todos los demás estados; sólo en el valle de Humillación pueden encontrarse la tranquilidad y el retiro.
Nada hay que estorbe á uno en sus meditaciones, como suele haber en los demás sitios. Es un valle que nadie frecuenta sino aquel que ama la vida de peregrino; y si bien Cristiano tuvo la mala suerte de encontrarse aquí con Apollyón, y de batirse aquí furiosamente con él, os advierto que en otras ocasiones los hombres han encontrado ángeles por este camino, han dado con perlas preciosas y han hallado palabras de vida eterna.
No solo tenía nuestro Señor una residencia aquí, como dije, y hallaba un placer especial en andar por ahí, sino que ha legado á los que viven en el valle ó lo atraviesan una renta anual, la cual se les ha de pagar regular y fielmente para su manutención, y á fin de animarlos á proseguir su peregrinación.
[...]
¡Qué arrebato de alegría tuvo el bueno de Integridad al oír esto! Dio brincos como un joven, se sonrió y los bendijo con mil deseos para su prosperidad,  diciendo: -Mucho he oído hablar de tu marido, de su viaje y de las luchas que sostuvo durante su vida. Dígase para tu consuelo que su fama ha cundido por todas partes: su fe, su valor, su paciencia en los sufrimientos y su sinceridad en todo han hecho célebre su nombre. Enterado de los nombres de sus muchachos, les dijo: -Mateo, sigue á Mateo el publicano, no ciertamente en el vicio, pero sí en la virtud. Samuel, como Samuel el profeta, hombre de fe y de oración. José, como José en casa de Putifar, se casto y huye de la tentación. Y tú, Jaime, imita la conducta de Jacobo en esto y se como Jacobo el hermano del Señor. Cuando luego le hablaron de Misericordia, y de cómo se había separado de su pueblo y de sus parientes para acompañar á Cristiana y á sus hijos,
añadió: -Misericordia es tu nombre, y por la misericordia serás sostenida y conducida á través de todas las dificultades que te asalten por el camino, hasta que llegues donde podrás mirar cara á cara á Aquel que es fuente de misericordia.
Mientras caminaban juntos, el guía, que había escuchado con complacencia las palabras de su nuevo compañero de viaje, le preguntó si había conocido á un tal Receloso, que salió de la misma comarca para ir en peregrinación. "



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