Un dedo en los labios (fragmento)José Jiménez Lozano
Un dedo en los labios (fragmento)

"Sor Teresa, a la que acaban de canonizar ahora, era de aquí, de este pueblo, y prima hermana de la señorita Concha, hijas de dos hermanos, médicos los dos pero que cada uno de ellos tenía su ideal y, cuando llegó la guerra, cayeron mal los dos, porque el de aquí era el republicano y bien caro que le costó a su hija, la señorita Concha; y, al de allí, que era el nacional, bien caro que la costó también a Teresita, la monja: como que la fusilaron.
Aquí lo supimos en seguida, en cuanto acabó la guerra, cuando doña Consolación, la madre de Teresita, vino aquí como a buscar amparo, ¿y qué se encontró? Pues se encontró con que, aquí, de los tres, la señorita Conchita y sus padres, sólo aquella estaba viva, pero en el manicomio, y entonces fui yo la que tuve que contárselo: el porqué. Que detuvieron a don Casimiro, el padre de la señorita Conchita, y entonces ella intercedió por él ante quien yo me sé, que era un mandamás de entonces y un mandamás de ahora, y este se lo prometió. Pero bajo pago, ¿me entiende? Es decir, si se acostaba con él. Y ella aceptó. ¿Qué podía hacer? Lo sabía todo el pueblo porque él se pavoneaba de ello, y no sé cómo la señorita Conchita se atrevía a ir a misa cada mañana. Y, luego, al final de esta se ponía de rodillas ante el altar de la Virgen qué sé yo cuánto tiempo, con el rostro entre las manos, y se la oía llorar un poco a veces, hasta que ya, un día, sacó del bolso un envuelto en papel de plata, lo desenvolvió y estampilló con aquello, que era una boñiga de vaca, la cara de la Virgen; y algunas mujeres que había por allí cerca de la capilla de esta, dijeron que luego la señorita Conchita casi se desnudó del todo, y lo hubiera hecho, si aquellas no se la hubieran echado encima. Y aquella misma tarde de aquel día de domingo, la llevaron al manicomio.
Luego supimos que ese día en que había hecho eso la señorita Conchita fue en el que se enteró de que a su padre le habían fusilado la noche misma en que le habían detenido y sacado de casa. Así que esto fue lo que yo y otras amistades de la familia tuvimos que decir a la madre de Teresita, que ahora es santa porque la fusilaron en Toledo. Y parece, según dicen, que ella se fue a hablar con la señorita Conchita al manicomio, aunque de lo que allí hablaran o no hablaran, no se supo nunca nada, claro está, como yo se lo tengo escuchado más de cien veces a mi madre. Ni tampoco nos han dicho, ahora, si van a poner allí mismo en el altar de la Virgen la imagen que van a traer de Teresita, que aquí venía todos los veranos a casa de la señorita Conchita, su prima, que murió en el manicomio. Por eso sé yo la historia de la santa. "



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