Mitología (fragmento)Edith Hamilton
Mitología (fragmento)

"Tenía los ojos enrojecidos. Pero él juró que era una extraña. Me hizo entrar. Oh, buen amigo y buen anfitrión. Y yo aquí borracho, divirtiéndome, en esta casa de dolor. Oh, debería habérmelo dicho.
Entonces hizo lo de siempre: se culpó a sí mismo. Había sido un imbécil, un estúpido borracho, mientras el hombre que tan bien le atendía estaba roto de dolor. Como siempre también, sus pensamientos se dedicaron rápidamente a encontrar algún modo de expiación. ¿Qué podía hacer para compensar? No había nada que pudiera hacer, estaba completamente seguro, pero ¿qué podría ayudar a su amigo? Entonces se le ocurrió una cosa. «Pues claro — se dijo a sí mismo—. Eso es: debo traer a Alcestis de vuelta del mundo de los muertos. Por supuesto. Nada más claro. Encontraré a ese anciano, la Muerte, que seguro se encuentra cerca de su tumba, y lucharé con él. Haré crujir su cuerpo entre mis brazos hasta que me la entregue. Si no es desde la tumba, bajaré tras ella al mismo Hades. Oh, devolveré el bien al amigo que tan bueno ha sido conmigo.» Y echó a correr, encantado consigo mismo, y disfrutando de la perspectiva de lo que prometía ser un estupendo combate.
Cuando Admeto volvió a su casa, vacía y desolada, Hércules estaba allí para recibirlo, y a su lado se encontraba una mujer. "



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