Andrés Pérez, maderista (fragmento)Mariano Azuela
Andrés Pérez, maderista (fragmento)

"El dueño de La Cruz Alta nos dio una prueba de su talento, no se habló de política ni de filosofía. Como chicuela de colegio María saltó por el jardín y la huerta toda la mañana. Al principio la seguimos pero nos rindió y regresamos al escritorio. Nos entretuvimos con un álbum de fotografías, mientras ella, rendida de travesear, volvió con don Octavio abrumándolo a preguntas acerca de plantas, flores y frutas muy raras que él personalmente cultivaba para adorno y regalo de su casa.
Pasó por el corredor una criadita airosa y esbelta, vestida de linón muy blanco. Vi su cara redonda, tersa y fresca, suspiré con la tristeza del bien ajeno y me sentí
solo, inmensamente solo.
Sin embargo, cuando María desprendió de entre los encajes crema de su blusa un clavel que había cortado en el jardín, un clavel rojo y aterciopelado como
sus carrillos, y lo abandonó al alcance de mi mano, fui heroico y estoico, no lo vi. "



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