La base (fragmento)Luisa Isabel Álvarez de Toledo
La base (fragmento)

"Enterrada Tía Justa volvió la normalidad. Una normalidad nueva e independiente. A falta de otros herederos, la casa pasó a la familia de Pedro, subrogándose el contrato sin necesidad de notario, y aunque los primeros días se les humedecieron los ojos al contemplar el sitio de la vieja, su recuerdo fue borrándose poco a poco, como se había perdido el de Jacinto. Entonces constataron con cierta macabra satisfacción, que dormían más cómodamente, permitiéndose el lujo de abrir los codos en la mesa camilla a la hora de comer. Naturalmente, estos descubrimientos fueron individuales, sin que nadie se atreviese a expresarlos en voz alta. No había necesidad de hacerlo, hubiesen sonado mal entre aquellas paredes donde, según algunos, debía rondar el fantasma.
De recuerdo vivo la vieja se transformó en anécdota. Sus frases y gestos reales se entremezclaron con imaginarios, sirviendo de comentarios para vecindad. Durante meses se escuchó a menudo: “Como solía decir Tía Justa”, “como hacía la Tía Justa”, hasta que se convirtió en “la vieja”, que sólo recordaban los chavales, porque habiendo sido la encargada de vigilar el edificio, los despachó a menudo del patio, con sendos escobazos.
Encarna fue la más beneficiada con el suceso, pues era Tía Justa quien vigilaba sus entradas y salidas, atrayendo sobre sus huesos sendos correctivos. La primera noche que no la sintió removerse, intentando averiguar la hora en el reloj de pulsera que Justo acababa de comprar, sintió un nudo en la garganta que se disolvió en un sollozo. Pero pronto se acostumbró. La pena se cambió en tranquilidad al comprobar que los demás no hacían el menor gesto a su llegada preguntando la hora durante el almuerzo, lo que le permitía fijarla dentro de los límites admitidos con un riesgo mínimo.
Así pudo prolongar sus coqueteos con Alfonso sin exponerse al despido por un cierre prematuro. La seguridad de que sus andanzas nunca serían descubiertas le llevó hasta solicitar del muchacho un regalo que soñaba desde hacía varios meses. "



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