Sin Brunetti (fragmento)Donna Leon
Sin Brunetti (fragmento)

"Pocos podemos resistirnos al afán de atribuir cualidades humanas a los animales que tenemos al lado: cuanto más cerca están de nosotros, más insistimos en buscar semejanzas. Nos parece bien que los osos y los alces tengan sus reacciones perfectamente animales, y dejamos para los especialistas el estudio del significado, pero los gatos, los perros y, en general, todas las criaturas que nos metemos en casa tienen casi la obligación de ser como nosotros, si no por sus actos sí, por lo menos, por sus sentimientos.
Ahora bien, ni Blitz ni ninguno de sus compañeros de trabajo —Rocky, Layca, Carlo, Arny y Allan— son perros convencionales: amigos y compañeros que viven con nosotros, nos divierten, nos consuelan y nos quieren. Son perros trabajadores muy bien entrenados, capaces de olfatear drogas y los componentes químicos de las bombas a distancias asombrosas, y el proceso de humanización se complica porque estos perros dan a las personas unas compensaciones distintas de aquellas a las que el hombre está acostumbrado a recibir de su mejor amigo. Se dan casos en los que los perros salvan la vida de las personas dejando fuera de combate a un atacante peligroso. La mayoría de los canes de casa son unos mantas que se pasan el día tumbados y no tienen inconveniente en idolatrar a toda la familia y también a cualquiera que les haga una carantoña en el súper. Los perros entrenados en la detección de explosivos aman a sus entrenadores, aunque al hablar de «amor» ya estamos otra vez atribuyéndoles cualidades humanas. Ellos obedecen al entrenador, responden con presteza a sus órdenes y dan señales de que estar en su compañía les encanta. Si hay amor, imagino que lo ponen los entrenadores, que hablan de los perros con mucho afecto y se hinchan de orgullo ante cualquier elogio que les hagas del animal.
Las perreras de la base aérea de Aviano están situadas a cierta distancia de la autopista que va de Pordenone a Aviano. Es un enorme edificio prefabricado con habitáculos para una treintena de perros, aunque en la actualidad no hay más que seis animales. Su misión consiste en descubrir drogas o bombas, además de vigilar y atacar. Por lo que me dijeron los soldados, parece que lo único que un perro necesita para cumplir con su cometido es olfato y entrenamiento: en realidad, los servicios de seguridad de los aeropuertos civiles utilizan cada vez más labradores, collies y hasta beagles, a los que los entrenadores militares califican en tono condescendiente de perros «pasivos». Los militares, por su parte, requieren perros capaces de desempeñar la doble función de detectar y atacar. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com