El hotel de los animales (fragmento)Jean Garrigue
El hotel de los animales (fragmento)

"Había una osa que regentaba una pequeña posada para animales. No eran muchos, solamente algún topo, una ardilla listada, un gato, pájaros diversos, una oveja y un ciervo. Avispas y abejas, también residentes, no contaban, puesto que eran innumerables. Se llevaban bastante bien, todos; de no ser así, la osa no les habría permitido quedarse, en primer lugar porque era una osa de carácter fuerte, con mucho sentido de la afinidad en todas las cosas. Si es que iba a manejar un hotel, lo haría como corresponde. Creía en la pulcritud; para ella, eso venía antes que la limpieza. En su posada, nada de nidos llenos de basura, con huesos encima de las camas y alpiste brotando de las sillas. No, señor.
Nada de eso. Ante sus decretos, había algunos animales que refunfuñaban y otros que suspiraban, pero considerando que el hotel era en verdad muy confortable, y de lo más encantador en tantas formas, todos sabían que no podrían encontrar fiada mejor. Así que se la aguantaban. El gato amontonaba sus cabezas de pescado en un rincón y los pájaros guardaban sus jibiones debajo de la cama. De lo que Fuera que comiese el topo, no dejaba nada, así que eso no representaba un problema. El ciervo, aunque el más amable, también era el más sucio: por donde pasaba iba dejando un rastro de pastos y brotes a medio masticar, y parecía incapaz de mejorar sus hábitos. La osa solía revolear los ojos al pensar en ese ciervo: ¿es que realmente era estúpido? ¡Y tan lindo, sin embargo! ¿Cómo es que los más lindos eran los más estúpidos? ¿O acaso tan solo era testarudo? Buena pregunta, que le volvía a menudo, junto con una cierta perplejidad moral. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com