Un hombre libre (fragmento)Armando Donoso
Un hombre libre (fragmento)

"El rápido crecimiento de la Argentina, la inmigración cosmopolita, la riqueza fácil que multiplica el capital a costa de la resignación de los de abajo, no han hecho sino acentuar, ahondándolas, las violentas rivalidades entre la fortuna y la labor, causas que comienzan a engendrar los más serios conflictos. Barrett alcanzó a prever que ocho años más tarde iba a constituir en Buenos Aires la primera advertencia del proletariado, cuyas reivindicaciones crearon hoy y mañana las más serias dificultades a los gobiernos de América, porque sus dirigentes, antes que resolverlos, como lo han hecho Inglaterra y Estados Unidos, sólo tratan de ahogarlas con las balas de las represiones, olvidando acaso que la sangre suele ser el más eficaz de los vehículos contagiosos para las ideas. “No hay bienestar colectivo -escribía Barrett en 1910- hay bienestar de una clase, cuyo dogma forzoso es la propiedad. ¿Cómo ha de resistir la mente del propietario la virtud operativa de la renta? He aquí el origen y la razón de una desigualdad que hace más odiosa la vida del trabajador, sometido a inprecaria necesidad del salarlo mínimo y a las imposiciones del capital; que crece en una proporción directa con la reducción de los jornales: "Las grandes compañías tienen a sueldo a los grandes caudillos democráticos -dice Barrett-. El Poder Legislativo y el Ejecutivo son siempre dependencias de los Bancos, de los ferrocarriles, de las empresas y de los negocios particulares... Los literatos oscilan de una glacial erudición a un preciosismo importado. La prensa cuyo mérito se evalúa por lo que pesa el papel de cada número, es un largo índice informativo y comercial, despojado de toda significación elevada, de toda valentía, de toda graciosa sutileza. Es una prensa castrada y gorda como aquellos a quienes sirve; una prensa que se viste del talento extranjero, y que trata las hondas cuestiones nacionales con una hipocresía o el mutismo de las conciencias compradas". Claro está que, como todo buen apóstol, apasionado por una sola causa, Barrett veía el problema burgués en su peor aspecto y tras el abultamiento de un solo prisma: ni la literatura argentina de hoy, ni los grandes diarios de Buenos Aires podrían ser condenados tan perentoriamente. La cuestión social preocupa y atrae en los momentos actuales a los novelistas y a los sociólogos y no pequeña parte de la juventud rioplatense participa de las aspiraciones obreras, como la mayor parte de los diarios son el mejor vehículo para la divulgación de todas las conquistas populares del exterior, que trasmite el telégrafo. Indirectamente contribuyen a lo que ha de venir e indirectamente acaso sin darse cuenta y a pesar de sus intereses, aceleran proximidad de una aurora acaso más cercana de lo que soflamas. "


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