Campanas bautismales (fragmento)Gabriel García Maroto
Campanas bautismales (fragmento)

"Ya estaban en la tierra tantas veces evocada por ellos durante las horas ciudadanas despojadas de intimidad; ya estaban en la casa donde Lina pasó sus años niños y de donde faltaba tantos años, pensaban los dos con cierta alegría no desprovista de temores.
Había exaltado tanto Lina las hermosuras del rincón en que ahora posaban; había ofrecido tanto en nombre de las horas felices que llenaban su infancia que, al llegar el instante de hoy, temblaba la sin igual niña-mayor por todos los anhelos prendidos a las palabras ardorosas en momentos de tedio ciudadano.
Dos hijos tenían, y, por los hijos, más que por ellos mismos, habían abandonado nuestros amigos la ciudad buscando el remanso seguro de inenarrables concurrencias. Y no fue el ansia de salud -con no estar muy sobrados de ella- lo que más les incitó a romper los firmes ataderos que les retenían en Castilla; antes que por esto, les ilusionaba el viaje por creer que sus hijos nacidos en ciudades de todos, no habían de advertir nunca, de no afirmarse en la menuda aldea, la huella palpable de su raíz de infancia.
Nacer y vivir -solía observar Manuel- en la casa número tantos, piso tal, de una u otra mano de cual popular e interminable calle de una ciudad de censo creciente, es carecer de infancia íntima y de recuerdos de permanencia renovable. "



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