Los misterios paganos y el misterio cristiano (fragmento)Alfred Loisy
Los misterios paganos y el misterio cristiano (fragmento)

"Tal es la teoría de salvación cuyos diversos aspectos se exponen en las Epístolas cuando se presenta la ocasión. Esto no es más consistente que un mito, y por otra parte lo es… De cualquier lugar que provenga la idea de los dos jefes de la humanidad, celeste y terrestre; la idea del reino universal del pecado en la humanidad por la falta de su primer antepasado; la de la muerte como consecuencia del pecado; la de la destrucción del pecado por la muerte del Cristo en la carne pecadora que tomó junto con la librea de hombre terrestre, es muy evidente que el conjunto de estas ideas, a pesar del color moral que afectan, no está mucho mejor construido desde el punto de vista lógico que los mitos de Osiris o de Atis, y casi no está mejor fundado en la razón o la experiencia. Es la interpretación moral de viejas nociones mitológicas, como el relato bíblico del diluvio universal es la interpretación moral de un viejo mito naturista. No nos detengamos pues a discutir la hipótesis de los dos prototipos de la humanidad, el que la perdió y el que la salvó, ni el modo singular —perfectamente conforme por otra parte con la vieja magia ritual que se aplica constantemente en los sacrificios de las diversas religiones— de comprender el origen de la muerte a partir del pecado de Adán, y la destrucción del pecado y de la muerte por la muerte y resurrección del Cristo.
Sería más útil poder determinar los orígenes de toda esta mitología. Como parece cierto que la tradición del judaísmo no proporcionó todos los elementos de la construcción, y sobre todo no pudo sugerir la idea que domina esta síntesis: la venida a la tierra de un ser celestial, verdaderamente divino, que se metamorfosea en hombre como los dioses de la mitología y que muere por el bien de quienes lo matan. La atribución de un valor expiatorio a los sufrimientos del justo no es extraña á la tradición judía, pero aquí se trata de una cosa muy distinta. Pablo considera tan solo el valor moral de la expiación; primero y principalmente piensa que la virtud mística es inherente a la muerte de un ser divino-humano que, por la condición de su doble naturaleza y a causa de su carácter típico —carácter puramente mitológico—, puede arrastrar consigo a la muerte el pecado de la humanidad, y elevar consigo hasta la gloria a la humanidad así redimida. La tradición propiamente judía no podía conocer ningún mito de ese tipo, y no lo conocía. Se trata del mito pagano del dios inmolado, tal como se encuentra en los misterios de Dioniso; y este mito está adaptado a una teoría de la redención que no carece de analogía con la de los misterios órficos, aunque difiera considerablemente por la concepción de la vida, de la muerte y de la inmortalidad. "



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